Tu cerebro es adicto al azúcar y no lo sabes


28 octubre, 2020


29-10-20 El azúcar es adictivo… nadie puede negar que los dulces poseen un misterioso poder de atracción que nos vuelve locos.

La primera reacción al ver dulces es la de querer comerlos. Están por todos lados, tiendas, anuncios de televisión, en casa, en el trabajo… Pero seguramente tú también has sentido algo en nuestro cuerpoque nos dice que no debemos comerlos.

Nuestro cuerpo es sabio, y los alimentos provocan respuestas en nuestro organismo. El ejemplo más evidente sería comer un alimento en mal estado. Nos provoca diarreas y vómitos casi de inmediato. Entonces, ¿cuál es ese misterioso poder que tienen los dulces y el azúcar en concreto? Vamos a explicarlo poco a poco, de manera sencilla, para que puedas comprender que los dulces provocan adicción pero que son muy dañinos a largo plazo.

Los dulces nos hacen sentir bien

Debéis saber que el azúcar, y los alimentos dulces, generan una adicción. Al comerlos nuestro cuerpo activa las llamadas señales de recompensa del cerebro, las dopaminas. Es decir, nuestro cerebro al comer dulces manda señales al resto del cuerpo de que ese alimento es muy placentero. Y ese comportamiento que genera placer se queda grabado. Cuando volvamos a comer, nuestro cuerpo reconoce ese placer y lo amplifica. De este modo, con el tiempo, se crean las adicciones. De hecho, el poder de los dulces es tan grande que no necesitamos comerlos para que se active la señal de recompensa. Simplemente al verlos ya nos volvemos locos, y nuestro cerebro te dice «cómelo» .

Neurotransmisores

Nuestro cuerpo funciona de la misma manera. Las dopaminas son neurotransmisores, es decir, son sustancias que usa nuestro cerebro para crear estados de ánimo. Estas señales nos ayudan a reaccionar a estímulos y así nos adaptamos a los cambios del ambiente. Son unas de las claves de que el ser humano haya llegado hasta nuestros días. El estímulo en este caso son los dulces y la respuesta es la recompensa en el cerebro, que se amplifica a medida que comes más. Así, al ver dulces en la televisión, nuestro cerebro inmediatamente segrega las dopaminas, las recompensas, y sentimos que necesitamos comernos los dulces.

Como podéis ver, tenemos en nuestro interior una máquina de recompensa muy poderosa, que se alegra cada vez que comemos dulces. Y es muy peligroso porque el azúcar es tóxico, así que necesitamos aprender a controlarlo, aunque lamentablemente no es nada fácil escapar de las garras del chocolate o de los pasteles…

Por qué el azúcar es adictivo

La respuesta parece bastante simple y obvia una vez reflexionas sobre el tema. Como hemos comentado más veces, nuestro cuerpo, el homo sapiens, está desarrollado para vivir como lo hacían nuestros antepasados hace miles de años. La evolución digamos que se ha quedado parada en este sentido, con la agricultura, la ganadería, la vida en sociedad más o menos moderna. Ya no tenemos que ir a buscar el alimento a los árboles o ser nómadas como nuestros antepasados.

Si nos guiamos por este patrón, podemos ver que hay pocas cosas dulces en la naturaleza que nuestros antepasados pudieran comer. La fruta es lo más dulce que existe en la naturaleza. Y la fruta es de los mejores alimentos que podemos encontrar. Está cargada de nutrientes esenciales, de minerales, de agua que nos hidrata y nos aporta la cantidad justa de calorías… En definitiva, es el alimento perfecto, así que lógicamente nuestro cuerpo lo quiere, lo busca y lo come. Nuestros antepasados asociaban el sabor dulce con alimentos nutritivoscomo las frutas.

Los dulces actuales no son alimentos de calidad

Pero llega un momento en que el ser humano empieza a desarrollar técnicas para refinar azúcar puro de algunos vegetales, especialmente de la caña de azúcar y de la remolacha. Recordar en este punto que el azúcar es el nombre común de la sacarosa, que explicamos en el artículo de carbohidratos y azúcares. Nuestro cerebro se enfrenta por primera vez a una sustancia nueva, extremadamente dulce. No existe en la naturaleza nada tan dulce. Nuestro cerebro piensa que algo tan dulce tiene que ser el mejor alimento, el alimento definitivo, y nada más lejos de la realidad.

El azúcar es tóxico, incluso en cantidades bajas. No hay más que hablar. Está demostrado en infinidad de artículos científicos. Nuestro cuerpo no está preparado para comer una cantidad grande de azúcar. La cantidad recomendad por la OMS es de alrededor de 20 gramos por día, o un 10% de las calorías necesarias diarias.

Fuente: Ciencia con Salud

Foto: Functionalflower

 

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