Hoy se debatirá en el Senado el proyecto sobre interrupción del embarazo. La iniciativa llega con media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación.
En la tarde de hoy los senadores debatirán por segunda vez en el Congreso el proyecto para la legalización del aborto. La votación será más reñida que en 2018, cuando la iniciativa no logró el apoyo necesario para la aprobación. Los conteos hasta ahora plantean un virtual empate, por lo que el debate que más dividió a la sociedad en los últimos años hizo posar los ojos de todo el país en los y las legisladoras indecisas.
En cada provincia, los que están a favor y en contra, desde políticos hasta militantes, tejen diferentes estrategias para intentar convencer a los dubitativos. También hay sectores que interpelan a los que ya sentaron su posición en el anterior debate pero se presume que en esta oportunidad pueden cambiar su voto.
De los tres senadores por Salta, solo se conoce la postura de dos: Nora Giménez, que comunicó que votará a favor y Juan Carlos Romero, que votará en contra como lo hizo en 2018.
Algunos consideraron que una reunión que hubo en los últimos días entre Leavy y el presidente Alberto Fernández, quien envió el proyecto al Congreso, es un anticipo de que el senador votará a favor.
Luego de su visita al presidente, Leavy brindó entrevistas en las que no definió postura. “Estamos debatiendo, no es una decisión tomada”, afirmó. Su equipo de prensa difundió que en el encuentro se trataron temas relacionados con la economía de la provincia.
Por su lado, Nora Giménez que no era legisladora cuando se dio el anterior debate, argumentó que “es una realidad en el mundo, la región, la nación y la provincia que involucra a mujeres pobres, ricas, creyentes, no creyentes, jóvenes y adultas y nos interpela como sociedad”.
Giménez advirtió además que es “un problema de salud pública del que el Estado debe hacerse cargo” y calificó su voto como de compromiso: “Es mirando al futuro. Reafirmo de esta manera mi compromiso con una generación de jóvenes que abraza el proyecto de la IVE (interrupción voluntaria del embarazo) con responsabilidad, por la defensa de la vida digna y por el reconocimiento del derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos”.
Quien decidió guardar silencio durante estas semanas álgidas fue el senador Juan Carlos Romero, que en 2018 se opuso, aunque al votar no celebró tal postura. “Con ello no hemos resuelto ni vamos a tener resuelto mañana ninguno de los problemas que hoy existen con el tema del aborto: las muertes por abortos clandestinos van a continuar y el riesgo de las madres por complicaciones por abortos clandestinos van a seguir”, sostuvo entonces. El legislador además señaló que se fracasó con la Educación Sexual Integral. “Debemos encarar acciones… mientras este tema de la legalidad o no del aborto pueda madurar algún día en la sociedad”, manifestó.
No hay lugar donde el tema no esté presente, desde las mesas familiares hasta las misas celebradas durante los últimos días. Algunos sacerdotes llegaron incluso a nombrar directamente a los legisladores salteños para pedirles que votaran en contra y decirles que si toman otra decisión “no pueden considerarse católicos”.
La tensión se percibe en el espacio público, con carteles de diferente tenor. Las redes sociales son parte de las estrategias de verdes y celestes y los mensajes fueron subiendo de tono a medida que se descuentan horas para llegar a la votación.
La indecisión no tiene banderas, los senadores que aún no tienen resuelta su postura pertenecen a diferentes provincias y partidos políticos: Edgardo Kueider del Frente de Todos, y la radical Stella Maris Olalla de Juntos por el Cambio, dos legisladores entrerrianos que no eran senadores en el debate del 2018, los rionegrinos Silvina García Larraburu del Frente de Todos y Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), Lucila Crexell de Neuquén (Juntos por el Cambio), Oscar Castillo (Frente Cívico y Social) de Catamarca, y la cordobesa Laura Rodríguez Machado (Alianza Cambiemos). Algunos ya votaron en el 2018, pero diferentes gestos se leyeron como posibles cambios de postura, como el de la senadora Larraburru que votó en contra y ahora firmó el dictamen, o el de Machado que actuó al revés, votó a favor en el 2018 y ahora no firmó dictamen. Cada gesto de los legisladores indecisos es escudriñado para ubicarlo de un lado u otro. Este es el caso de uno de los senadores por Salta, Sergio Leavy.
Fuente : El Tribuno