Ya hay un acuerdo palabra con el Deportivo Cali por el 50% del pase del volante surgido en Platense. Si no surgen imprevistos, el jugador viajaría este lunes a Buenos Aires.
Mereces lo que sueñas. Remate de estribillo con copyright Cerati del track 6 de un discazo: Bocanada. Descripción exacta de un sensaciones mutuas. Para Marcelo Gallardo. Para Agustín Palavecino. Existió una conexión de sentimiento. El deté deseaba tenerlo: entendía que las características del volante de 24 años eran compatibles con la clase de futbolista que necesitaba para cubrir -a corto o mediano plazo- el éxodo de Ignacio Fernández, playmaker cotizado en reales por Atlético Mineiro. El creativo al mismo tiempo quería darles el gusto a sus familiares hinchas de River. Como mamá María Esther, hermana melliza de José, el papá de Erik. Y también se entusiasmaba con jugar en River, escaparate internacional de élite. Y entonces el anhelo se les cumplió. Un hálito de tranquilidad este domingo los serenó: la dirigencia argentina consiguió este domingo alcanzar un acuerdo de palabra con sus pares de Deportivo Cali para contratar a uno de los jugadores franquicia de la Liga Betplay.
River logró articular una ingeniería para convencer a Cali de comprar el 50% de Palavecino: adquirirá ahora un 35% y otro 15% en junio, redondeando una operación que rondaría 2,5 millones de dólares. Quedará por definir en el transcurso del lunes, entre otros detalles, en qué condiciones se repartirán el 50% restante: si Platense lo conserva íntegro o si los colombianos retendrán alguna porción de los derechos económicos. Sin embargo, el acuerdo de palabra alcanza para que el volante de 24 años ya esté preparando su viaje a Buenos Aires: llegaría el martes en un vuelo desde Cali para realizar la revisión médica y firmar su contrato antes de sumarse a los entrenamientos del plantel profesional.
Aunque el futbolista ya se estaba mentalizando en que la transferencia se daría. Dependía, por supuesto, de las gestiones entre dirigentes, aunque él también participó de la puja. Primero, solicitándole a Marco Caicedo, el presidente del Cali, que accediera a negociar con River. Luego, pidiéndole a su ahora exentrenador, Alfredo Arias que lo excluyera de los partidos ante Envigado (el viernes 29/1) y este fin de semana ante Patriotas en pos de ejercer presión para destrabar la situación a su favor. Estaba decidido de venir a River. Y se mantuvo inflexible incluso cuando los colombianos endurecieron su posición y dejaron de mostrarse tan permeables a un préstamo.
La venta de Santiago Sosa al Atlanta United (u$s 6.000.000 netos por el 70% del pase) jugó a favor de Palavecino y de Gallardo: financieramente River se nutrió de recursos como para plantarse mejor ante el Cali y elevar una propuesta superadora que terminara de encarrilar la negociación. El viernes, mientras Santi se despedía de sus compañeros en el Camp avanzaban los diálogos entre Cali y Núñez. El sábado, un club brasileño amagó con involucrarse en la puja, pero apenas si generó suspenso. Y el domingo se comenzaron a pulir los términos finales del fichaje que se terminaría de firmar el lunes.
Gallardo, entonces, ha logrado merecer lo que soñaba. ¿Permitirá, en este contexto, que Nacho Fernández sea transferido? Atlético Mineiro pretende que los dirigentes argentinos estudien una oferta de u$s 8.000.000 brutos, que a River le dejaría alrededor de 6 millones limpios siempre y cuando el jugador acceda a resignar el 15% que le corresponde por la transferencia. Pero el Muñeco es reticente a dejarlo ir. O lo era, al menos, cuando las negociaciones por Palavecino se encontraban estancadas. Si el arribo del canterano de Platense allanará una potencial salida de Fernández dependerá, entonces, de la postura del entrenador, aunque también de qué tan irresistible resulte la propuesta de los brasileños y de lo que el propio Cerebro decida hacer…
Como resguardo, el deté podría conocer en las próximas horas a su nuevo creativo. Al que pensó como variante para moldear a futuro. El hombre que hizo mucho mérito para jugar en su River. Es Pala vos, Muñeco.
Fuente Olé