Peligran los cambios en Ganancias por la pelea de Macri con Massa y van por los diputados de Bossio


2 abril, 2016


Mauricio Macri empezó a pagar caro la distancia que tomó de Sergio Massa: el miércoles los diputados tratarán el decreto con los polémicos cambios en Ganancias y sin la venia del Frente Renovador, Cambiemos depende del bloque de Diego Bossio o de una colaboración casi perfecta del resto del recinto.

El tigrense siempre consideró escueta la suba del mínimo imponible a Ganancias
anunciada por Macri con bombos y platillos, que en la letra fina
benefició a salarios altos pero gravó salarios que estaban exentos.

Por eso el diputado del Frente Renovador Raúl Pérez se abstuvo cuando
el decreto se trató en la bicameral de trámite parlamentario. Los 8
legisladores del FpV firmaron un dictamen de rechazo y los 7 de
Cambiemos otro de apoyo.

Los DNU recién están firmes cuando al menos una de las Cámaras lo ratifica y está claro que con la abultada mayoría peronista del Senado, Macri siempre apelará a Diputados.

El debate por los holdouts dejó claro que Cambiemos puede reunir una
mayoría sin el Frente Renovador si recibe ayuda del bloque Peronista de
Diego Bossio, donde hay fuerte presencia gremial con figuras como el
metalúrgico Oscar Romero (jefe de la bancada) y el petrolero Alberto
Roberti.

A excepción de los colectiveros, nuevos aliados del Gobierno, el
resto del arco gremial exigió el martes tratar con urgencia una ley que
eleve más el mínimo imponible de Ganancias y cambie las escalas.

Como Massa, difícilmente Bossio quiera quedar pegado al minúsculo esquema anunciado por Macri, sobre todo cuando la oposición tiene número de sobra para sancionar otro con mayoría de ambas cámaras.

Las negociaciones son milimétricas. Con sus últimas deserciones el FpV reúne 79 propios y 3 aliados; el Frente Renovador 23 y el bloque justicialista 17.

Y del resto hay 7 cerca de todo reclamo gremial: 3 del Frente de
Izquierda, 3 de Libres del Sur, Miriam Bregman del PTS y Alcira
Argumedo, de Libres del Sur. Son justo 130, uno más que la mayoría
simple.

El macrismo viene muy interesado en amansar a Victoria Donda,
de Libres del Sur: la invitó a la cena con Barack Obama (la diputada no
quiso ir) y le concedió la presidencia de la Comisión de Derechos
Humanos. 

El resto del recinto está disperso en casi una veintena de bloques y
si bien Emilio Monzó los agrupó de su lado en la sesión de los holdouts,
no los tiene cerrados para siempre.

Por ejemplo, Margarita Stolbizer y los 3 socialistas
participaron el miércoles de la reunión con las 5 centrales obreras y
no parecen dispuestos a apartarse de esa línea.

La negociación, por lo tanto, podría derivar en otro ronda de
telefonazos con gobernadores para que levanten sus diputados a cambio de
adelantos coparticipación.

Tanto miedo a perder la votación tiene Cambiemos que quiere tratar
primero el dictamen de rechazo al decreto, aun cuando es el que tiene
más firmas.

Lo presentarían como “dictamen 1”, jugada que no tardará en denunciar
Graciela Camaño, jefa del bloque Frente Renovador y siempre atenta a
reglamentarismos.

En los pasillos de Diputados especulan con una maniobra polémica de
Cambiemos, que consistiría en partir la oposición entre abstenciones y
votos en contra y celebrar el triunfo con menos de 129 votos. Por eso
sería clave que primero se trata su dictamen. 

La tensión con Massa la dejó clara ayer Nicolás Massot, jefe del
bloque PRO, quien lo acusó de “oportunista”, muestra de que las cosas no
marchan bien.

Otra dato llamativo es que Cambiemos no quiere tratar el miércoles el
DNU que eliminó el 15% de coparticipación a las provincias, aún cuando
sí fue avalado por el Frente Renovador en la bicameral y si ese aval se
repite en el recinto quedaría firme. Pero Massa no parece darles
garantías.

Fuente: LPO

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