Buenos Aires (Redacción) – Finalmente llegó el día. La primera
sesión especial del año en el recinto de la Cámara de Diputados está en
curso.  Después de tratar el tema durante tres días en las comisiones de
Presupuesto y Hacienda y Finanzas, la razonabilidad primó por sobre la
especulaciones y los legisladores dieron quórum para poder discutir los
detalles centrales que permitirían poner fin al litigio con los
holdouts. En los días previos, las chicanas y las presiones políticas se
hicieron sentir desde las diferentes bancadas, al límite de reducir la
discusión a cuestiones de vida o muerte para la república, patriotismo o
debacle económica. En este contexto El Intransigente entrevistó, mientras transcurría la sesión, a Gustavo  Marangoni, ex titular del Banco Provincia  y principal asesor de Daniel Scioli
en tiempos de campaña. Sus opiniones moderadas y la ecuanimidad
demostrada en los últimos tiempos lo convirtieron en uno de los
referentes del momento en cuestiones económicas. Desde el llano y a
punto de reinsertarse en la actividad privada, expresó: «Acordar con los holdouts abaratará el costo de la resolución del problema».

– El Intransigente: lo hemos
escuchado decir que es necesario cerrar el tema con los holdouts. ¿Qué
opina del rumbo que ha tomado la negociación?

Gustavo Marangoni: Creo que hay que privilegiar la voluntad de
ponerle un punto a este tema porque seguimos acumulando deuda y sería
más costoso continuar posponiéndolo que cerrarlo.  Es estratégico dar
vuelta la página de este capítulo para la Argentina. Seguramente estamos
pagando más de lo que cualquier ciudadano quisiera, pero creo que es
importante terminar con las posturas extremas.

EI: justamente eso le iba a
preguntar. Se han escuchado alegatos muy duros en los días previos a la
sesión que se está desarrollando por estas horas, tanto a favor como en
contra del acuerdo. ¿Seguimos divididos de manera irreconciliable?

GM: No lo creo,  pero sí es cierto que acá no hay traidores a la
patria, ni de un lado ni del otro como se dijo por ahí. También es
cierto que no fue una estrategia feliz evocar al fantasma de la
hiperinflación cuando hasta el propio Ministro de Economía Alfonso Prat
Gay dijo que no era posible caer en esa ruta del pasado. Tenemos que
desdramatizar el tema. En la argentina hay fantasmas que es mejor no
despertar. Sin dudas hay formas más racionales de encauzar un tema,
sobre todo cuando ya estaba casi garantizada la concurrencia a
diputados. No era necesario asustar a nadie. 

EI: no cree que a veces las posturas más amables son un riesgo en un recinto dividido?

GM: no tan dividido, la negociación con los bloques no venía mal. Repito, es mejor ir desdramatizando ciertas cuestiones.

EI: Hay un tema planteado en
reiteradas oportunidades tanto dentro como fuera del recinto que tiene
que ver con la posibilidad que algún grupo de los demandantes siga
pidiendo más al País y la negociación no se termine de forma permanente.
Es decir, que el conflicto siga abierto. Cree que esto es probable?

GM: la realidad es que alrededor de un 3 por ciento de aquel 7 por
ciento que está pendiente de resolución, parece algo disperso y nadie
podría asegurar su accionar. Nadie podría asegurar al día de hoy que con
la derogación de las leyes que se está discutiendo, el tema quedará
cerrado definitivamente. Pero no se puede dejar de avanzar y buscar
soluciones con este pretexto. No hay que dejar de hacer cosas «por las
dudas». Es casi un tema de probabilidades estadísticas. Cuanto más
grande es la masa de litigantes más chances habrá de que aparezca algún
descontento. El número hoy está más acotado pero de todas formas no lo
podemos asegurar. Lo que quiero destacar, como ya lo he venido diciendo
es que, sin dudas, un acuerdo permitirá al país abaratar el costo del
problema. Se ha perdido mucho dinero.
 
Por Guido Baistrocchi
Para El Intransigente