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Los cuatro jóvenes que están detenidos acusados de haber participado de
una violación múltiple a una nena wichí en noviembre pasado fueron
sacados de la Alcaidía de Tartagal, luego de que la abogada que los
asiste, Sarah Esper, informara al juez de Garantías, Fernando Mariscal
Astigueta, que habían sido golpeados, señaló Nuevo Diario.
Según relatan, el viernes, al visitarlos sus madres se dieron con que
habían sido golpeados en las piernas, las espaldas y las cabezas. Le
informaron a la abogada y ella dio aviso al magistrado.
El juez de Garantías fue a ver y de la Alcaidía se lo negaron,
sostuvo Esper. Dijo que posteriormente Mariscal Astigueta se constituyó
en la Alcaidía junto al secretario del Juzgado, pero por temor a
represalias los detenidos no hicieron denuncias.
En la víspera, en una nueva visita, las familiares advirtieron que
dos de los detenidos prácticamente no podían caminar por los dolores, e
insistieron ante la abogada, la que nuevamente requirió al juez de
Garantías. Hubo una nueva visita y esta vez el magistrado decidió
reubicar a los detenidos en los lugares donde estaban al principio:
Lamas y Mansilla, en la comisaría de Villa Güemes y Salvatierra y Arias,
en General Ballivián.
