Con el presidente Alberto Fernández ocupado en la gira internacional y nuevas negociaciones con el FMI, el sector del Gobierno que responde a Cristina Kirchner se prepara para lanzar el operativo clamor por una eventual candidatura para la sucesión presidencial en 2023, como forma de «aglutinar a todo el peronismo bajo su liderazgo».
¿Cómo será el acto en que Cristina Kirchner volverá a hablar en público después del atentado? ¿Puede lanzar su candidatura presidencial?
Así lo admitió una alta fuente del Gobierno nacional que dijo que «todos van a escuchar el discurso de la vicepresidenta en La Plata con gran expectativa«. Un exministro de Alberto Fernández, que renunció hace 100 días confirmó que ocupará una de las butacas de las tribunas del Estadio Único de La Plata que el kirchnerismo junto a los intendentes y legisladores del PJ bonaerense intentarán colmar con unos 40.000 militantes, para hacer una demostración de fuerza frente al albertismo, y los sectores de la CGT y movimientos sociales que reclaman competir por las futuras candidaturas en las PASO.
«Por lógica, Cristina debe ser la candidata, es la que más aglutina al peronismo», dijo a este portal un encumbrado dirigente del PJ bonaerense que supo ocupar varias veces la silla de ministro nacional durante los gobiernos de Cristina, Néstor Kirchner y de Alberto Fernández, y que hoy sigue militando en el peronismo.
Así, mientras Alberto Fernández esté emprendiendo su regreso desde España, después de una gira de más de una semana por París y Bali, Indonesia, la vicepresidenta volverá a mostrarse este jueves como la jefa del Frente de Todos, en un intento de volver a las bases verticalistas del peronismo y un llamado a que nadie saque los pies del plato.
Algunos desde el entorno de la vicepresidenta confían en que en su discurso haga un llamado a conformar la mesa política para tomar decisiones de gobierno. Así lo plantearon en las dos últimas semanas los líderes de La Cámpora, su hijo Máximo Kirchner y el ministro bonaerense, Andrés «Cuervo» Larroque. Ellos suelen anticipar las jugadas de la vice.
«Volvé te perdonamos todo, hasta dos cadenas nacionales por mes y listo», lanzó como ironía otro de los alfiles de Cristina Kirchner que forman parte del gobierno de Alberto Fernández, pero que hace rato no habla con el presidente.
La consigna “la fuerza de la esperanza” fue elegida estratégicamente a partir de estudios de focus group que advierten al oficialismo sobre la caída de la imagen del gobierno frente a la falta de un rumbo económico y la profundización de la crisis por la inflación y la creciente pobreza.
Cristina no anunciaría formalmente su candidatura, pero fiel al estilo dará un mensaje para mantener abierta la puerta y jugar con la incógnita hasta último momento.
En el kirchnerismo esperan un discurso «con un mensaje propositivo», en coincidencia con el llamado al consenso lanzado por el ministro del Interior y en respuesta a los reclamos de Máximo y Larroque a la falta de toma de decisiones del presidente.
Una de las principales espadas políticas de Cristina en el Gobierno, el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro, evitó confirmar la candidatura, pero en un encuentro con el Congreso Judío Latinoamericano, dio pistas sobre el «plan productivo para encarar la economía bimonetaria» en la que está pensando el kirchnerismo de cara a los próximos 15 años, se defina un modelo productivo y que no se cambie aunque cambien los partidos políticos en el Gobierno.
«Cristina viene convocando a discutir cómo salir del problema de la economía bimonetaria y la inflación como 2 temas centrales a discutir entre todas las fuerzas políticas, económicas y sociales en un nuevo pacto democrático», dijo De Pedro a sus interlocutores, según pudo reconstruir A24.com.
El llamado de Cristina a Alberto Fernández que rompió el hielo en Bali
La descompensación que sufrió el presidente Alberto Fernández en Bali, que le impidió pronunciar un discurso que había preparado para mostrarse como un líder regional frente a la guerra en Ucrania, terminó siendo el acontecimiento que logró romper el hielo entre el presidente y la vice, que no se hablaban ni siquiera por teléfono desde la noche del atentado que sufrió Cristina Kirchner el 1 de septiembre.
«Estaba preocupada por mi salud, cosa que agradezco y valoro muchísimo», reconoció Alberto Fernández quien admitió que sufrió la descompensación por «nervios» y «estrés» y anticipó que los médicos le recomendaron bajar el perfil de actividad. ¿Un anticipo de lo que viene?
El discurso de Cristina Kirchner puede significar un antes y un después en el escenario político de cara al 2023. Desde el entorno del presidente avisaron que si se lanza como candidata terminarán las peleas internas y nadie se le opondrá.
Entre el llamado a consensos y la judicialización de la política
Pese a los insistentes llamados al diálogo político y la búsqueda de consensos, la judicialización de la pelea entre el oficialismo y la oposición, terminó esta semana acaparando todas las miradas.
Wado De Pedro volvió a cuestionar un eventual fallo de la Corte Suprema de Justicia en favor del gobierno porteño en la disputa por los fondos de coparticipación por el traspaso de la policía a la Ciudad, mientras Cristina Kirchner promovió la designación del senador kirchnerista en el Consejo de la Magistratura, enfrentando el fallo de la Corte que designó al opositor Luis Juez.
«Con Larreta no se puede hablar porque judicializa todo, ellos saben que tienen la Justicia y entonces para qué van a dialogar. Así no funciona el sistema político«, dijo una alta fuente del oficialismo a A24.com, en una queja por el discurso de Juntos por el Cambio.
«Macri es el jefe de la oposición, queremos que se siente a consensuar y diga qué proyecto de país tiene, tomemos como el libro blanco de la UIA y sobre esa base, discutir el modelo de producción para los próximos 15 años, para que llegue quien llegue al gobierno, eso no se cambie», desafían desde el kirchnerismo.
Cristina volverá a hablar en ese escenario dual, entre críticas y convocatorias a la oposición, para sentarse a una mesa de diálogo a quien el kirchnerismo eligió como «el jefe de la oposición: Mauricio Macri» en una estrategia de polarizar para dividir a la oposición.
Fuente: A 24
