El bloque eurocéptico no cree en el cambio climático y quiere sacar a los musulmanes del país
Es la primera vez que la ultraderecha tendrá representación en el Parlamento alemán desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. Tras las elecciones de ayer, en las que la actual canciller Angela Merkel se alzó con la victoria con más del 30 por ciento de los votos, Alternativa para Alemania (AfD) logró que más de 90 diputados consigan entrar al Bundestag.
El partido está comandado por dos personas, un hombre y una mujer: él es Alexander Gauland, un antiguo miembro del partido conservador de Merkel; ella es Alice Weidel, una economista enmarcada en el ala liberal-conservadora.
«Que se vayan preparando para la que les espera», declaró Gauland después de que se conociera el buen resultado de su formación en las legislativas. «Vamos a recuperar nuestro país y a nuestra gente», añadió el político de 76 años, conocido por su estilo de vestir británico y sus corbatas con motivos caninos.
La marca particular de AfD es su rígida y decidida posición euroescéptica. Pero, ¿cuáles son las políticas que buscan impulsar desde esta postura?
En el plano económico, quieren que Alemania abandone el euro y terminar con los millonarios rescates de países europeos altamente endeudados.
Su plan político tiene como pilar declarar al islam incompatible con Alemaniae incluye el armado de registros estrictos de organizaciones islamitas
Quieren exigir el cierre de las fronteras, endurecer el derecho de asilo y acelerar la expulsión de los extranjeros que representen una amenaza para la seguridad del país
Perseguir a los extranjeros que cometan delitos
Alentar financieramente a los inmigrantes para que regresen a sus países
Incentivar a los ciudadanos a que vuelvan a creer en la familia tradicional para el crecimiento poblacional
Apoyar un sistema diferenciado de escolarización de acuerdo a las habilidades de los alumnos
Llevar una mejor medicina a las poblaciones rurales del país
Resistir a la política internacional del cambio climático. La AfD cree que las declaraciones del Consejo Mundial del Clima al respecto son científicamente inseguras y que se basan únicamente en modelos de cálculo que no pueden describir correctamente el clima pasado ni el actual.
Fuente: La Nación