Los nuevos diputados y senadores ya debutaron en sendas sesiones para tratar las reformas impulsadas por el Gobierno nacional.
Pero a pesar de eso, aún siguen los movimientos geográficos entre los que se fueron y los que buscan nueva guarida. En Diputados, hay una oficina que despierta la atención: es que el legislador que partió supo concentrar allí las luces de las cámaras, con su ritmo vertiginoso que no admite horas de descanso. En el Palacio Legislativo, muchos pasan y miran para ver qué quedó del paso de Sergio Tomás Massa por esa oficina. Ese despacho del primer piso está vacío: Massa entregó las llaves el 10 de diciembre y nadie de su fuerza fue allí, pues el Frente Renovador perdió bancas en la última elección. Ahora, la oficina fue asignada al Bloque Argentina Federal, un sector del peronismo no kirchnerista. “Dicen” que a esos aposentos irá quien preside ese bloque, el salteño Pablo Kosiner. Mientras no se le termine pegando el “Tajaí”…
Reuniones
Mientras tanto, en el tercer piso del Palacio Legislativo, los diputados kirchneristas saltan frenéticamente, de despacho en despacho, tras la turbulenta sesión donde Diputados aprobó la Reforma Previsional. En ese espacio un gran debate, al que se sumaron otros sectores de la oposición (como organizaciones populares, sindicatos y organizaciones estudiantiles), enfocando la discusión en los hechos de violencia ocurridos entre el 14 y el 18 de diciembre. En esas discusiones, los camporistas comenzaron una mancomunión con sus pares de la izquierda, donde algunos sectores de la izquierda más clásica reivindica la violencia como un medio de acción política que “despierte” a los cientos de miles de “ni ni” y que reedite el espíritu del Mayo francés.
En La Cámpora, tanto como en gremios afines como Bancarios o Curtidores, seduce más la idea de acorralar a Mauricio Macri de cara al 2019, con algunos destemplados que plantean como posible su ida anticipada. Los ánimos de muchos de los que participan del debate se paralizaron cuando se habló de una cumbre entre Nicolás del Caño y Máximo Kirchner (algo negado por ambos dirigentes) en medio del encantamiento entre la izquierda y el camporismo: la discusión que hoy “agrieta” a La Cámpora es entre quienes aspiran a reinsertarse en el Partido Justicialista (como Wado de Pedro, Mariano Recalde y Juan Cabandié) y otros, como Andrés “Cuervo” Larroque que creen en consolidar Unidad Ciudadana, a imagen y semejanza de Podemos, la experiencia política española. La gran incógnita es ¿qué piensa el líder de La Cámpora? Misterio…
De cumple
Elisa María Avelina Carrió estuvo de cumpleaños el último miércoles. Sus flamantes 61 la encontraron con pocas ganas de festejar, incluyendo al intenso calor entre las razones. Pero finalmente, la intensa diputada comenzó a chatear y desde su WhatsApp, armó una celebración que nucleó a 30 personas en un bar de Recoleta. Entre tostados de miga y mozzarella a la milanesa (y la presencia de sus dos hijos que viven en el país), llegó el momento del brindis. Allí, Carrió levantó la copa y contó que le ganó otra demanda a su archienemigo Aníbal Fernández. Tras otra denuncia del ex ministro K contra la diputada, el juez actuante resolvió que Carrió no podía ser demandada por “inmunidad de opinión”, cuando la chaqueña relacionó al de Quilmes con el narcotráfico.
El fallo en primera instancia del juez Fernando Pablo Christello, fue ratificado por la Cámara que integran los magistrados Oscar Ameal y Osvaldo Onofre Alvarez. Lo más “llamativo” es que se trata de la Cámara K del fuero civil. Esa Cámara entendió que “el accionante se considera desvastado” por los dichos de la demandada pero que Fernández “entonces era un miembro destacado del Poder Ejecutivo y, como tal, también se encontraba expuesto a las opiniones de los miembros de otros poderes, en ejercicio de la facultad republicana y la salud de la democracia”. Ahora a Aníbal solo le quedaría apelar a la Corte Suprema, si quisiera tener éxito en la ¡sexta! demanda que le inició a la implacable Lilita. Lex dura, sed lex…