Selección de dioses
La Selección jugó frente a Francia su mejor partido en el Mundial de Qatar 2022. El hecho de que la definición haya ido a los penales será solo un detalle en el marco de la inmesa alegría que nos da a los argentinos la imagen de Lionel Messi levantando la Copa del Mundo, como hace 36 años lo había hecho Diego Maradona en México.
Los primeros 75 minutos de La Scaloneta fueron una verdadera locura ante un rival que se lo sabía peligroso, implacable, tal como lo desmostró en los minutos finales, tanto del partido como del alargue, cuando logró sendos empates que llevaron el trámite a la definición desde los doce pasos.
Cuando pase la euforia, la locura que este equipo de Lionel Scaloni ha despertado en los hinchas, quedará tiempo para analizar qué fue lo que llevó a la Argentina en la ciudad de Doha a lo más alto del fútbol mundial. Entre esas razones estarán sin dudas el capitán y emblema Lionel Messi; su fiel escudero Di María; el carismático Dibu Martínez –héroe de los penales–; el incansable Nicolás Otamendi –seguro entre los mejores defensores del Mundial–; y las irrupciones en el equipo de ese trío irreverente que conformaron Enzo Fernández –elegido mejor jugador Sub-23 de la Copa–, Alexis Mac Allister y Julián Álvarez.
Seguirán los festejos aquí y allá, la alegría durará mucho tiempo más y no faltará el análisis que, con el correr de los días, irá entregando sus mejores versiones. Mientras tanto, con el corazón latiendo todavía a mil, todos los argentinos: jugadores, cuerpo técnico, exjugadores, hinchas… todos sabemos que lo que hizo que este sueño se hiciera realidad fue sencillamente lo más básico que tenemos los seres humanos: el trabajo en equipo. El deporte, se sabe, tiene un enorme poder pedagógico.
Todo el tiempo nos enseña y todo el tiempo podemos aprender algo de él. Scaloni, junto a sus ayudantes Pablo Aimar, Walter Samuel, Roberto Ayala supieron transmitirles esa idea a los futbolistas de la Selección, que jugaron como equipo, se apoyaron, se complementaron, se unieron y se fortalecieron, y tras ganar la Copa América se propusieron otro gran objetivo: ser campeones del Mundo. Los resultados están a la vista.