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Tras la
aprobación por parte de los psiquiatras del Cuerpo Médico Forense para
que finalmente fuera indagado, el abogado del Grupo Báez Jorge Chueco se
presentó ante el juez que investiga «la ruta del dinero K», y estuvo en
su despacho por más de tres horas.
Sin embargo, fuentes judiciales dejaron trascender que Chueco se
habría negado a responder las preguntas que iba a formularle Casanello, y
en cambio habría insistido en la versión de que no está bien y que en
las últimas semanas quiso quitarse la vida.
Capturado en la ciudad paraguaya de Encarnación el martes pasado,
Chueco se mostró ante el juez angustiado: «Lamentablemente no pude
suicidarme», habría comentado en el despacho judicial. De hecho, según
trascendió, manifestó que esa sigue siendo su intención si tuviera la
oportinidad.
Aunque se negó a contestar las preguntas de Casanello hasta que sus
abogados defensores se interioricen de la causa por lavado de dinero en
la que está acusado, el supuesto cerebro jurídico de «la ruta del dinero
K» habría deslindado su responsabilidad en la estructura de empresas
que sirvió como soporte para la salida y posterior reingreso de millones
de dólares del país.
Por lo pronto, Chueco seguirá detenido. Sus abogados, Juan Martín
Cagni Fazzio y Ezequiel Altinier, no pidieron su excarcelación ni
ninguna medida especial para su detención.
El abogado, supuesto dueño de la firma que figura en nueve cheques
de la empresa Helvetic Service Group por un total de 208 millones de
pesos que terminaron en Austral Construcciones, fue custodiado por
personal de la Gendarmería, tal como había ocurrido ayer, cuando ocho
agentes de esa fuerza cubiertos por cascos y chalecos antibalas
acompañaron a Chueco hasta la sede del Cuerpo Médico Forense en la calle
Lavalle al 1400.
Fuente: Clarín
