A los 44 años, ganó en la primera elección que se presenta para ocupar un cargo. Tiene una amplia trayectoria como economista, formado en los Estados Unidos e incluso fue funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).
ELECCIONES EN PARAGUAY
Ratificó la hegemonía del Partido Colorado durante 71 años. Es «delfín» del ex mandatario Cartes, denunciado por EE.UU. por lavado de dinero y vínculos con Hezbollah.
«Celebramos el triunfo del pueblo que con su voto eligió el camino de la paz social», dijo Santiago Peña en su primer mensaje como presidente electo del Paraguay.
Pero es considerado un «delfín» político del expresidente Cartes, de quien fue ministro de Economía. Cartes está señalado por los Estados Unidos por corrupción, lavado de dinero y vínculos con Hezbollah, la agrupación islámica acusada de terrorismo internacional.
Quien es Santiago Peña
El presidente electo del Paraguay ocupará por primera vez en su vida un cargo gracias al voto popular. Ratificó así el dominio del partido Colorado en el vecino país, que se ha mantenido en el poder durante 71 años de los últimos 80 años.
Santiago Peña es economista. Comenzó su actividad política en el Partido Liberal, pero se mudó al partido Colorado cuando Horacio Cartes, presidente entre 2013 y 2018, lo convocó para ser su ministro de Economía en octubre de 2016.
Su único antecedente electoral fue una derrota en las elecciones internas frente a Mario Abdó Benítez, que le ganó la nominación de la Asociación Nacional Republicana (ANC-Partido Colorado) y es el actual presidente paraguayo.
En la elección de este domingo, Peña se impuso con el 42,74% de los votos, con 15 puntos de ventaja sobre Efraín Alegre, candidato de la concertación opositora. Una contundente victoria aunque logró 3 puntos menos que los que tuvo Abdó Benítez en abril de 2018. Además, tendrá una gestión aliviada con relación a la oposición, ya que el partido Colorado también tiene una amplia mayoría en el Paraguay.
Ocupó un cargo como funcionario del Banco Central paraguayo entre los años 2000 y 2009. De ahí viajó a Washington para incorporarse al staff del Fondo Monetario Internacional (FMI). También es profesor universitario, pero su actividad y proyección internacional cambió cuando se vinculó con Horacio Cartes.
Un padrino político controvertido
Horacio Cartes lo convocó para su gabinete en la mitad de su mandato. Peña abandonó el partido Liberal para incorporarse al hegemónico partido Colorado. Allí comenzó una relación con el controvertido expresidente paraguayo.
Peña, cuando finalizó su gestión como ministro, se incorporó al directorio del Banco Amambay en marzo de 2018, que es parte del holding del Grupo Cartes. Es por eso que lo considera su «padrino» en la política y su personaje de referencia.
Horacio Cartes, uno de los hombres más ricos e influyentes del Paraguay, tiene una dura acusación en su contra. El departamento del tesoro de los Estados Unidos (el equivalente al ministerio de Economía) que dirige Janet Yellen, aplicó sanciones contra él por vincularlo a casos de corrupción y de lavado de dinero. Cartes no puede ingresar a los Estados Unidos porque sería detenido de inmediato.
Además, para la Casa Blanca, el exmandatario tiene otra grave relación en su contra. Está permanentemente observado por tener vínculos con Hezbollah, el grupo islámico definido como terroristas internacionales por parte de Washington.
Tal vez para compensar esa pesada mochila por Hezbollah, Cartes, en consonancia con Donald Trump, anunció la decisión de mudar la embajada Paraguay en Israel a Jerusalén. Abdó no concretó ese traslado desde Tel Aviv, pero Peña anunció durante la campaña que tiene la misma intención que su padrino político.
Además, hace poco declaró: “Las personas que están afectadas por estas sanciones tienen el derecho y deberían tener también la obligación de defenderse. Es lo que ha dicho Cartes, que niega las acusaciones”.
El problema, como apuntamos antes, es que si decidiera ir a EE.UU. a «defenderse«, el expresidente sería detenido apenas pisar suelo norteamericano.
Aunque como tecnócrata formado en la Universidad de Columbia en Nueva York, el exministro de Economía de Cartes confía en que ese fuerte lazo con el exmandatario no complique la relación entre los países. Santiago Peña confía en que el diálogo entre Paraguay y Estados Unidos sea normal y de amistad.
Opuesto internamente al actual presidente Abdó, Peña se presenta como muestra del «cambio y la evolución» del Partido Colorado» la fuerza que se encumbró en el poder con el dictador Stroessner y que ha dominado la política en Paraguay desde el regreso de la democracia en 1989 (salvo en 2008, cuando llegó al gobierno Fernando Lugo, luego depuesto por el Congreso, controlado por los colorados).
Ahora, llega su momento en el poder y demostrar que tiene independencia de criterio sobre la sombra de Cartes, que ya dijo que le gustaría tener un rol para desempeñar en el nuevo gobierno.
