Estados Unidos tiene la tasa de fertilidad más baja de su historia y necesita más inmigrantes para volver a crecer


12 enero, 2023


Sin embargo, la entrada de migrantes se estancó a partir de 2016.

Es la gran paradoja que tiene atrapada a la economía y la política en los Estados Unidos. Mientras los republicanos denuncian una invasión que perfora las fronteras y los demócratas se debaten entre fijar límites al ingreso de migrantes o romper de forma tajante con las políticas de la administración Trump, la economía estadounidense necesita un fuerte crecimiento poblacional para volver a crecer.

La constatación a la que llegan académicos como Tony Payan, se advierte en el movimiento económico de cada día y es una de las conclusiones más importantes de un libro que está a punto de salir y fue elaborado por el Aspen Economic Strategy Group. Según su página web, se trata de un programa sin fines de lucro del Aspen Institute que está compuesto por un grupo bipartidista con el objetivo de promover soluciones basadas en evidencia para los desafíos económicos de Estados Unidos.

El libro de próxima aparición llega a una conclusión contundente. Titulado «Política económica en un mundo más incierto», sostiene una tesis principal: Estados Unidos necesita incrementar su población cuanto antes, ya sea por un aumento en la tasa de fertilidad de los estadounidenses o a partir del mayor ingreso de la población migrante. No lograr el incremento de la población en edad de trabajar es uno de los mayores riesgos económicos para los próximos años y décadas, advierte el grupo que es dirigido por dos economistas de relieve, los ex secretarios del Tesoro y actuales copresidentes del Aspen Economic Strategy Group, Tim Geithner y Hank Paulson.

Geithner fue secretario del Tesoro durante el primer gobierno de Barack Obama y Paulson fue secretario del Tesoro de George W. Bush. Pese a sus filiaciones enfrentadas, los dos suelen compartir las posiciones del ex titular de la Reserva Federal Ben Bernanke, que trabajó con Obama y Bush.

Los datos son contundentes. La «tasa de fertilidad total» de Estados Unidos, el número promedio de hijos nacidos de una mujer a lo largo de su vida, fue de 2,12 en 2007. Pero esa cifra viene descendiendo de manera acelerada y disminuyó hasta ubicarse en 1,65 en 2021, el nivel más bajo jamás registrado en Estados Unidos.

 La ‘tasa de fertilidad total’ de Estados Unidos bajó del 2,12 en 2007 al 1,65 en 2021 y es la más baja de la historia.

 Según los economistas Melissa Kearney y Phillip Levine, ese descenso atenta contra el crecimiento económico y el país debe revertirlo de alguna manera si quiere volver a exhibir buenos números en la actividad económica. «La fertilidad baja o decreciente eventualmente reducirá el tamaño de la fuerza laboral de EE. UU. y su población general, lo que reducirá la innovación y la productividad», escriben Kearney y Levine.

Biden, el domingo, con la Patrulla Fronteriza en la localidad de El Paso. 

En otro artículo del libro, el economista John Sabelhaus se pregunta «¿El envejecimiento de la población nos llevará a un precipicio fiscal?» Sabelhaus esinvestigador sénior no residente en la Institución Brookings en Washington, DC y profesor adjunto de investigación en la Universidad de Michigan

La economista Tara Watson elabora uno de los informes más exhaustivos del libro. Allí sostiene que, pese a la preocupación que genera en sectores de la población, la inmigración ha sido celebrada durante mucho tiempo como un motor del crecimiento económico y la vitalidad cultural de los Estados Unidos. Sin embargo, remarca Watson, las entradas netas anuales de migrantes han disminuido desde 2016 y la población nacida en el extranjero se ha estancado en los últimos años. Los retrasos en la burocracia de inmigración están en niveles récord y hay más de 10 millones de personas que viven en los Estados Unidos sin estatus legal, remarca.

El 13,7 por ciento de los que hoy viven en los Estados Unidos nacieron fuera de sus fronteras, un número casi tan alto como el pico del 14,8 por ciento en 1890. Sin embargo, la cifra está estancada.

«El encuadre político del problema ha tendido a resaltar las preocupaciones humanitarias o a infundir miedo, y sorprendentemente se ha prestado poca atención al análisis económico basado en hechos. Sin embargo, se encuentra disponible un conjunto sólido de evidencia de alta calidad relacionada con la inmigración y sus impactos económicos. Décadas de investigación demuestran que hay margen y valor en niveles de inmigración significativamente ampliados y un sistema de aplicación reinventado», dice la nueva directora del Centro de Niños y Familias del programa de Estudios Económicos de Brookings. Pero advierte que dar impulso al ingreso de la población migrante no resulta sencillo y demanda una acción decidida del Congreso para aprovechar todo el potencial de aquellos que buscan vivir y trabajar en los Estados Unidos requiere una legislación sensata.

Se estima que el 13,7 por ciento de los que viven en los Estados Unidos en la actualidad nacieron fuera de sus fronteras, casi tan alto como el pico del 14,8 por ciento en 1890. Sin embargo, la llegada de la administración Trump primero y la imposibilidad de Joe Biden de dar vuelta la página en materia migratoria han llevado en los últimos seis años a un estancamiento que conspira contra la economía estadounidense. Los autores del libro advierten que es urgente tomar medidas, si lo que se quiere es evitar que el impacto recesivo de la actual coyuntura demográfica y económica ponga en peligro el financiamiento del Seguro Social y el Medicare de la era Obama.

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Con información de LPO

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