30-10-20 Lo dijo el juez camarista, Marcelo Domínguez, con relación a la función que tienen los jueces y el Gobierno Provincial, lo que mostró, en varias oportunidades, que los fallos y sentencias no son imparciales.
El juez de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, Marcelo Domínguez, opinó en 53G sobre el funcionamiento del Poder Judicial y manifestó que comparte con el resto de la sociedad, la imagen que tiene de la justicia y el descredito hacia los jueces.
Al respecto, sostuvo que la función de estos últimos no es complacer al poder político sino controlar su ejercicio y poner fin a los abusos que pudieran existir. Sin embargo, explicó que en Salta pasa todo lo contrario, ya que se parte de la base de que los jueces “le deben el cargo a alguien”.
Dijo que hay dos problemas que dieron origen a esta realidad: la representación popular, ya que los departamentos de la Provincia tienen una sobrerrepresentación en la Cámara de Senadores y Diputados, resultado electoral que no se ve reflejado en la composición de las cámaras; y el poder político hegemónico que tiene Salta, en donde no se termina de consolidar el bipartidismo.
Domínguez recordó la famosa frase de Argibay, quien en algún momento dijo que “el cargo de un juez es el más ingrato” porque después de haberle agradecido al Presidente su distinción, agregó “sepa usted que no me verá nunca más”, mostrando total independencia con el poder político.
Por otro lado, hizo hincapié en la diferencia del cuerpo que elige a los jueces y del que los destituye. Expresó que el primero es un órgano técnico que estudia y evalúa a los postulantes, sin embargo el segundo es un órgano político integrado por un juez de corte, dos diputados, dos senadores y abogados puestos por ambas cámaras legislativas.