Cuál es la propuesta de Florencio Randazzo para construir el nuevo peronismo


23 septiembre, 2017


El ex ministro y actual candidato a senador apuesta a mantener o mejorar en octubre el respaldo obtenido en las PASO. Con ese argumento será un protagonista en la discusión por la renovación del PJ

Florencio Randazzo está tan seguro del camino que decidió seguir, que analiza su futuro dirigencial con la certeza de que saldrá bien parado de los próximos comicios. Un punto más o uno menos no parece cambiarle el horizonte. El 2019 está por delante. Y antes que la fecha en la que los argentinos volverán a elegir presidente, está la renovación del peronismo.
En la histórica fuerza política transitan el presente, hablando del futuro. La discusión de los dirigentes parece haber cambiado de foco después de las PASO y con las nuevas encuestas en la mano. Intendentes y legisladores empezaron a creer, con mayor seguridad, que Cristina Kirchner tiene chances de perder los comicios. Con ese argumento, se adelantó la discusión por el cambio de época y los nombres del ex ministro del Interior, Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey empezaron a tomar protagonismo en los laberintos del PJ. Esos líderes políticos, sumados a la ex jefa de Estado, quedaron enmarcados en la etapa de renovación que se avecina.
El líder del frente Cumplir confía en que un resultado similar al que logró en agosto, le dará espalda para ser uno de los dirigentes que participen activamente de la nueva etapa. En esa mesa de debate imaginaria, Randazzo se imagina participando activamente y respaldado por la estructura que pudo formar hasta el momento.

¿Cuál es la forma de elegir un nuevo líder? ¿Surge naturalmente? ¿Nace de una discusión interna de dirigentes? El ex ministro del kirchnerismo ya se contestó esos interrogantes. «Deberíamos hacer una gran PASO en la que participen todos lo que quieran», le dijo a sus allegados en los últimos días. El camino es el mismo que proclamó en los primeros meses de este año, cuando le pidió a la ex jefa de Estado competir en unas elecciones primarias. No obtuvo el resultado esperado, pero parece no resignarse y querer competir en dos años.
En el hipotético escenario que le planteó a sus íntimos, Cristina sería candidata a presidente en el 2019. Es la percepción que tiene en estos meses donde la ex mandataria levantó al máximo su perfil. Antes del cierre de listas del 24 de junio, cuando la especulación atravesaba al peronismo de principio a fin, Randazzo creía que la ex jefa de Estado no iba a ser candidata. Pensaba que se había cumplido su ciclo y que tenía que ocupar otro lugar en la fuerza política. Que tenía que darle lugar a una generación nueva y no taponar la renovación. Se equivocó. Cristina decidió ser candidata y competir. Esta vez, cree que acertará. Pero falta. Mucho. Una eternidad.
Un futuro con la ex presidente mostrándose activa y confrontativa con la gestión de Mauricio Macri va a dividir el escenario del peronismo. El sector de dirigentes que busca protagonizar un nuevo tiempo en la fuerza política tiene en claro que, cuando la elección sea nacional, a la ex mandataria le costará mucho obtener un respaldo masivo. El mejor ejemplo para sostener ese argumento son los comicios de agosto, donde arañó el 34% de los votos en la provincia de Buenos Aires, territorio donde supo obtener el mayor respaldo electoral en otras oportunidades.
Más allá del futuro camino que elija Cristina, Randazzo está dispuesto a competir en una gran interna que aglutine a aquellos dirigentes que caminen en paralelo a la ex mandataria. Le cuesta pensar en alianzas con otros líderes. En la actualidad, tiene una relación tirante con Sergio Massa y un vinculo frío con Juan Manuel Urtubey. Es más fácil limar asperezas con el salteño que con el ex intendente de Tigre. Las diferencias están amarradas al pasado e inmovilizan un acuerdo en el presente. «El Flaco», como se lo conoce en el ambiente político, quiere competir. Si pierde, acompaña. Si gana, lidera.

Randazzo está seguro de que los mandatarios provinciales participarán activamente de la discusión que aparece en el horizonte del peronismo. Le hubiese gustado que hayan levantado la voz cuando Cristina pateó el tablero y prescindió del PJ para competir en las elecciones. Esperaba que tomaran una posición y dejaran a la luz su desacuerdo por las características de la jugada. Pero los gobernadores se hundieron en el mayor de los silencios y prefirieron guardar sus cartas para la partida que se avecina. Cada uno tiene sus prioridades y sus tiempos. Son diferentes a los del líder de Cumplir.
Cuando falta solo un mes para las elecciones legislativas, en las entrañas del peronismo se empezó analizar el 23 de octubre. Es decir, el día después de los comicios. La vertiginosidad del debate interno provoca mayor incertidumbre y caos. Ideas que van y vienen. Dirigentes que van y vienen. Convicciones que cambian y decisiones que se corrigen. La renovación del peronismo ya está en marcha. Se discute lejos de los micrófonos. Detrás de una obra que tiene como protagonistas principales a Cristina Kirchner y Esteba Bullrich.

 

 

Fuente: Infobae

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