No he llegado donde quiero estar

¿Sientes que, a tu edad, ya debiste conseguir muchas más cosas de las que tienes? ¿Un trabajo estable, una casa e incluso hijos? Esta percepción podría derivar en un tipo de ansiedad.

«No he llegado donde quiero estar». ¿Cuántas veces te asalta este pensamiento? ¿También tienes la sensación de que muchos de tus sueños o metas personales todavía no se cumplen? Una parte significativa de la población arrastra consigo la «ansiedad por hitos».

Consiste en una indefinible sensación de fracaso vital y de que convertirse en adulto y madurar no siempre significa conquistar lo que se deseaba de niño. Es más, si algo tiene la sociedad y los mecanismos económicos que la orquestan, es la capacidad de enlentecer la realización personal e independencia.

No es fácil hallar un trabajo estable ni tener la solvencia para pagar una casa propia. Esa frustración persistente se traduce, muchas veces, en una forma de malestar psicológico en la que quizás te puedes identificar ahora mismo.

Las personas que experimentan en mayor grado la presión por alcanzar hitos son los milenials y la generación Z.

La ansiedad por hitos define la presión psicológica que experimentan las personas al percibir que aún no se cumplen muchas de sus expectativas y metas vitales. Para comprender la implicación de esta realidad, es necesario clarificar la relevancia que tienen las propias expectativas en la realización, el bienestar y la felicidad humana. Si estas fallan, una parte de nosotros se derrumba.

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