El gobernador habló de los desafíos de su espacio para alcanzar la presidencia en 2019. Apuntó contra Cambiemos y dijo que son igual de verticalistas que los kirchneristas.
Juan Manuel Urtubey aspira a ser referente de un espacio que le escape a la grieta y luego convertirse en aspirante a la presidencia en 2019. El gobernador de Salta recibió este fin de semana a LA GACETA en un salón contiguo a su despacho, donde se observan imágenes del papa Francisco y de su esposa, Isabel Macedo. Arrojó miradas sobre la gestión de Cambiemos y sobre el peronismo.
“Hay que eliminar la brecha absurda que tenemos y que no sólo responde a kirchnerismo-antikirchnerismo. Hay que romper esa lógica, para lo que hay que entender una Argentina integrada . Me parece que es un déficit, no de este Gobierno, por lo menos hace 50 años que venimos viendo políticas de este tipo”, dijo.
– ¿Cómo se atenúan los efectos de la grieta?
– Cambiando la práctica política. Aquí se plantea como eje de crecimiento y de desarrollo de proyectos políticos la contradicción: cuanto más lejos estás del que está es como que sos mejor en política. Nosotros estamos planteando una alternativa diferente: decimos que somos oposición y que vamos a ayudar al Gobierno a que le vaya bien. No queremos profundizar esa grieta y esa diferenciación. Si logramos que eso sea efectivamente entendido por los argentinos, como una lógica de trabajo conjunto, a la Argentina le va a ir un poco mejor, al Gobierno le irá un poco mejor, y nosotros vamos a tener el desafío de decirles a los argentinos que no es que queremos ganar la elección porque los que están son horribles y nosotros los menos peores. Lo que queremos decir es: pueden ser buenos, nosotros podemos ser mejores.
– Pero el peronismo tiene que revertir su imagen hasta 2019 para tratar de ser una alternativa de poder.
– Sí, no es fácil, porque estamos en un momento muy difícil, creo que sí, pero lo podemos hacer.
– ¿Cuál es el peronismo que debe mostrarse para decir “somos la alternativa”?
– El que puede plantearse como algo competitivo. La renovación política tiene que venir. ¿El problema cuál es? El peronismo no debe transformarse en una fuerza conservadora que busque volver al estado de cosas del pasado; el peronismo debe ir al futuro. El gran desafío es cómo construimos futuro desde el peronismo.
– ¿Cree que tiene chances porque se muestra al peronismo como sinónimo de corrupción o culpable de los males del país? ¿No es un contrapeso gigantesco a revertir hasta 2019?
– Sí totalmente, claro. Hay que trabajar el doble y tratar de estar más cerca de la gente. Naturalmente tus adversarios van a tratar de que vos no seas competitivo. Lo que tenés que hacer es superar las políticas y las estrategias de los adversarios, si no nunca lográs un resultado.
– ¿Cómo ve hoy al peronismo?
– Estamos en nuestro peor momento, lo cual es una gran oportunidad, porque más abajo es muy difícil que vayamos. No tenemos más que ir para arriba. Si vamos hacia arriba y si logramos entender la lógica de funcionamiento de la política en estos tiempos, no sólo de la Argentina sino del mundo, podemos ser competitivos. Si queremos reciclar la vieja política para hacer lo mismo con los viejos métodos, fracasaremos.
– ¿Los tarifazos y el malestar social le abren una ventana o una oportunidad de mostrarse como la alternativa opositora?
– No sé, hay que ver, porque para que primero se abran ventanas hay que cerrar otras que tienen que ver con un enorme descontento y rechazo que hay hacia prácticas políticas, y de cosas a las cuales se terminó vinculando al peronismo; la corrupción es una de ellas. Se pueden abrir ventanas, pero lo más importante es cómo nosotros podemos lograr abrir la puerta para que el peronismo sea la representación ciudadana. O sea, que le vaya mal al Gobierno no necesariamente significa que le vaya bien al peronismo. En mi lógica es todo lo contrario; tenemos que trabajar para que le vaya bien al Gobierno.
– En esa lógica, ¿con quiénes generaría esa alternativa?
– No tiene sentido por ahora trabajar en nombres. Yo quiero ver si nos ponemos de acuerdo no en muchas cosas, sólo en dos. En una, ayudemos para que las cosas salgan bien en la Argentina, colaboremos para que el Gobierno funcione bien, porque si funciona mal, funcionamos mal todos y les va mal a todos.
– A su criterio, ¿qué funciona mal en el Gobierno?
– En la política económica, ahí está el nudo gordiano del problema a resolver; después podemos discutir un montón de otras cosas; pero lo estructural está ahí. Colaboremos para que esto funcione lo mejor posible; obviamente no podemos gobernar nosotros, somos la oposición, pero tenemos que ayudar. Y segundo; nos animemos a una construcción política que se plantee como una alternativa política superadora, no contradictoria, que pasemos por encima de esta coyuntura de grieta y planteemos la Argentina hacia donde queremos ir. Si somos capaces de hacer esto, los que tengamos una mirada parecida tenemos que laburar juntos, incluso aquellos que, no siendo peronistas, comparten estas cosas.
– Usted está viendo más allá de lo que se llama una liga de gobernadores justicialistas …
– Sí, tenemos que ir un poco más allá de eso porque con eso no alcanza. Hablo desde el peronismo, me parece que la columna vertebral debiera estar en el peronismo, pero con eso no alcanza, se demostró que no alcanza.
– Será bastante difícil enamorar con tantos años de gestión, como escalar desde el subsuelo.
Totalmente de acuerdo, es correcto definitivamente.
– Frente a la gestión nacional, ¿eso es más difícil o más fácil ahora?
En definitiva, el grave problema, más que en quien gobierne y qué es lo que pasa en la gestión, es si nosotros logramos revitalizar el vínculo entre el ciudadano y la política, y particularmente con el peronismo. Si nosotros logramos volver a enamorar al ciudadano desde la política, todo se hará más fácil. El tema es cuando vos no sos el representante cercano y fiel que siente el ciudadano que tiene al lado; vos podés tener las elaboraciones teóricas más formidables del mundo, pero fracasás…
– ¿Usted se siente con fuerzas como para ser la cara visible de un posible recambio generacional?
– Trabajo para eso, pero no alcanza con una persona. Yo quiero y trabajo para ser parte de una generación de dirigentes que transite este camino. Necesitamos hacerlo y con una lógica diferente a la tradicional del peronismo, que es vertical y personalista. El peronismo tiene que animarse a construir una cosa más horizontal, en donde podamos trabajar en un plano de igualdad una docena de dirigentes, coordinando políticas y construyendo una alternativa superadora. Si pretendemos reeditar los personalismos que hubo históricamente nos equivocaremos porque la gente hoy está pidiendo otra cosa.
– A usted lo observan en el ámbito nacional, deslizó que podría aspirar a una candidatura presidencial, pero para eso se necesita, en su visión, de un equipo que lo colabore, o de gente con una misma visión de recambio: ¿lo tiene?
– Hay muchos que pensamos parecido, pero, ¿sabés qué?: yo no quiero estar a la cabeza; yo quiero ser uno de los que ayuden a esa construcción; después la gente pondrá al que deba estar al frente, pero saliendo de la lógica de la construcción, lo cual no es fácil porque el peronismo fue muy personalista. Hay que romper ese paradigma porque si no nos va a ir bien nunca. El peronismo tiene que institucionalizarse, pasar a ser una fuerza política moderna, que entienda una lógica más horizontal. Entonces, construyamos un espacio entre todos, caminemos y avancemos. Después, llegado el momento, discutamos roles de acuerdo a lo que diga la sociedad. Entonces, si en nuestro espacio, que espero que sea diverso, incluso que sea más grande que el peronismo, discutimos y decimos para transformar esto -porque acá se necesita pelear por el poder-, tenemos que ganar una elección, habrá que ver de todos los que pensamos parecido quién es el mejor posicionado. Y si no nos ponemos de acuerdo vayamos a una elección y elijamos quién es el mejor y que ese a la postre sea el que conduzca. Pero si lo hacemos a la inversa y se empieza desde una lógica personalista, el espacio se va a hacer raquítico, muy flaquito, muy chiquito, porque no engordará desde la diversidad.
– Cambiemos es también un espacio personalista con Macri a la cabeza …
– Totalmente, por eso creo que hay que plantear una alternativa diferente. Porque la cuota de verticalismo y personalismo ya está cubierta en los dos polos (Cambiemos y kirchnerismo). Esos polos opuestos que se necesitan en alguna medida en su lógica de construcción política son iguales. Lo que planteo es hagamos algo diferente. Porque para esa lógica ya están ocupados esos casilleros, hay que animarse a innovar y si vamos y nos va bien, bien.
– ¿Es optimista para la construcción de esa tercera vía?
– Súper, súper optimista, súper. ¿En qué sentido? Soy consciente que es difícil, si no lo fuera ya se hubiese generado, pero lo otro ya está y como partimos de la base de que no estamos en posición de ser conservadores, primero por cuestión conceptual y segundo por una cuestión práctica. Porque no tenemos una posición de poder que defender, entonces tenés que animarte a innovar. Porque si vos querés construir de una manera conservadora desde el lugar marginal nunca te va ir bien en la vida. Entonces tenés que hacer algo disruptivo. Así podemos reacomodar el escenario político nacional y quedar en un buen lugar.
– El riesgo es que no les alcance el tiempo y que Macri vuelva a ser reelecto …
– Puede ser el riesgo, pero al final del camino si no lo intentamos también ese riesgo deja de ser riesgo y es una certeza. Entonces la única manera de convertir la certeza de la reelección del actual Gobierno en riesgo es construir algo nuevo. Porque si seguimos con lo que está la certeza es que esto siga igual.
– ¿Qué es seguir igual si tenemos que definirlo en una idea o una palabra?
– En un gobierno que se valida en que es mejor que el anterior. Yo quiero un gobierno que sea mucho mejor que eso.
-¿Qué le parece la gestión de Cambiemos?
– Me parece que la Argentina no está en alguna medida pudiendo encarar con solvencia cuestiones estructurales severas. El déficit fiscal es un problema que lleva años, no empezó hace dos años, pero seguimos sosteniendo los mismos niveles que hace dos años, y habiendo bajando subsidios el endeudamiento ha crecido, la inflación sigue en niveles altos, las metas no se están cumpliendo y la ansiada lluvia de inversiones no llega. Hay una sequía tremenda en términos de inversiones, lo que está generando un panorama complejo.
– ¿Visibiliza un malestar social, o ya lo está viendo?
– Ya hay, pero de todos modos nosotros tenemos que trabajar para tratar de atenuar lo más posible eso, porque a nadie le conviene.
– ¿Desde dónde usted se diferencia de Macri?
– En términos económicos. Lo que pasa es que no pongo todo el énfasis en ver cómo me diferencio, yo digo lo que pienso; en las cosas en la que comparto con el Gobierno lo ayudo y en lo que no comparto, lo digo. Pero la lógica de definición es filosófica: si yo me paro y mi definición es la diferencia con el otro, no tengo volumen.
– ¿Con esa postura le alcanza para que desde el puerto lo visibilicen como un candidato potable para el año que viene?
– No sé, da la sensación de que una importante cantidad de argentinos que valora esta posición y por eso hay una buena opinión de lo que estamos haciendo. Hay dos mundos distintos, una cosa es la gente y otra la política. Los dirigentes políticos dicen “y vos no te diferenciás y sos igual al otro”. Y cuando paro en una esquina la gente me dice “gracias, sigan trabajando juntos”. Entonces, hay una distancia enorme entre lo que demanda la política y lo que demanda la sociedad y yo aprendí que hay que estar bien con la gente más que con los políticos.
– ¿Se va a presentar como candidato en 2019?
Para mí hoy no es la prioridad, sinceramente. Lo digo con franqueza total, porque yo quiero construir este espacio primero. Si para mí lo más importante hoy es ser candidato no puedo colaborar en la construcción de este espacio porque voy a boicotear el propio espacio. Lo primero es construir el espacio propio. Probablemente es por una cuestión generacional; si me lo preguntás dentro de 15 años, por ahí mi respuesta es otra. Pero hoy estoy en una etapa en la vida donde primero quiero construir un espacio, porque si no lo tenemos ¿candidato de qué voy a ser?; solamente para estar en la estadística, porque si no no tenés de dónde serlo.
– ¿Quiénes estima que pueden ser los principales contrincantes políticos para el año entrante?
– Más allá de términos de personas es en ideas que representan: está el Gobierno, está el anterior gobierno queriendo volver, y estamos nosotros que queremos construir algo nuevo. Para mí son los tres espacios que se articularán electoralmente a través de candidatos. Está claro que el del Gobierno es Macri; vamos a ver si el kirchnerismo plantea la candidatura de Cristina o de otro, ya verán ellos, y nosotros deberemos elegir en su momento quién es nuestro mejor candidato.
– ¿Un nuevo espacio inexorablemente con Cristina afuera?
– Y sí, porque representamos cosas muy diferentes.
Fuente: La Gaceta