Bienestar
Durante los días de descanso se pueden explorar formas creativas de estimulación cognitiva aprovechando al máximo el entorno en el que nos encontramos. Solo se requiere creatividad para buscar nuevas maneras de estimular nuestros cerebros.
El ser humano posee una variedad de capacidades cognitivas, funcionales, motoras, emocionales y psicosociales que le permiten interactuar y adaptarse al ambiente que lo rodea. Estas capacidades pueden ser mejoradas a través de la práctica y la experiencia, y la estimulación cognitiva es una forma de promover dicho desarrollo.
“De esta forma se estimula la percepción, la atención, las funciones ejecutivas, el razonamiento, la memoria, el lenguaje, los procesos de orientación y las praxias (habilidades motoras), entre otros procesos neuropsicológicos”, afirmó la licenciada Clara Fernández Garay, neuropsicóloga e integrante del Equipo de Neuropsicología de INECO.
Asimismo, la profesional explicó: “La estimulación cognitiva en la adultez es esencial para preservar la salud cerebral, mantenerse intelectualmente activo, prevenir enfermedades cognitivas y mejorar el bienestar emocional y social”. Y agregó: “Al incorporar actividades intelectuales desafiantes en la rutina diaria, se ralentiza el deterioro cognitivo, se fortalecen las capacidades mentales y se promueve la autonomía del adulto mayor, contribuyendo así a un envejecimiento activo y pleno”.
Más allá de la modalidad específica de la estimulación cognitiva, esta puede llevarse a cabo a través de actividades que desafíen la mente, tales como rompecabezas, juegos mentales, la adquisición de nuevas habilidades y la participación en actividades intelectualmente estimulantes.
A continuación, la licenciada Fernández Garay brindó diferentes alternativas para realizar ejercicios de estimulación cognitiva durante las vacaciones:
Este ejercicio estimula la memoria de trabajo y lenguaje al organizar la información de las letras para deletrearlas.
Intervienen en este juego muchos procesos del razonamiento (tales como la memoria semántica, la atención, el lenguaje, la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo, entre otros) al pensar en las palabras que debemos encontrar.
Por ejemplo, pensar 16 palabras que empiecen con PE. De esta forma, se estimula el lenguaje, particularmente la fluencia verbal fonológica y la fluencia verbal semántica.
También se puede realizar siguiendo la lógica de los continentes, por ejemplo pensar 10 países de Europa, 12 de América y 6 de Asia.
Cada vez que se identifica uno, se lo contabiliza, manteniéndose alerta a la presencia de dicho color. Esta actividad también puede aplicarse a sombrillas en la playa o a un árbol o flor específica que se aviste en la montaña.
De esta forma, se piensa palabras que puedan ir formando una oración lógica y cada participante debe sumar una más a la misma. En cada turno se repite la frase entera y se suma una nueva. Así, cada participante recuerda la frase y suma una palabra, generando la cadena.
Disfrutar de las vacaciones y mantenerse intelectualmente activo es posible. Es importante recordar que tener conversaciones con personas distintas, hacer ejercicio físico y cuidar la alimentación son aspectos claves para mantener el cerebro en forma.