Hoy asumió el nuevo Gabinete de la Provincia con un desafío a cortísimo plazo: ordenar las cuentas de la Provincia. El panorama es desalentador pero todavía no tocó fondo, y el objetivo que encabezará el Jefe de Gabinete, Fernando Yarade, es encaminar la administración y evitar situaciones aún peores.

En la misma línea que el Gobierno Nacional, Urtubey quiere mostrar que el achique pasará principalmente por la planta política. En Nación, Marcos Peña convoca a los jefes de todas las áreas para que reduzcan sus estructuras y dar señales de austeridad y pedirá a ministros una baja de hasta 2. 0% en cargos políticos

Es para ello que Salta acordó firmar el Pacto Fiscal con la Nación, y eso permitirá afrontar los estímulos para lograr el retiro de empleados públicos. Además, se revisarán los contratos políticos en los que se esperan numerosos despidos. Si el equilibrio se alcanza con estos ajustes, se evitarían los despidos de los empleados de planta permanente.

El cinturón comenzará a ajustarse por el lado político, pero también habrá severas readecuaciones tarifarias con los servicios de agua, luz y hasta del boleto urbano de pasajeros.

En primero lugar, Aguas del Norte requiere con carácter de urgente recaudar para poder garantizar un servicio de calidad. Mismo panorama para el servicio eléctrico, Salta afrontará una de las subas más severas de todo el país.

En tanto, es sabido que Saeta atraviesa una situación extrema por los desembolsos millonarios que tiene que hacer el estado para mantener un boleto barato con costos altísimos, y además, la gratuidad de los boletos estudiantiles y de jubilados. Estos dos se mantendrán pero se impondrían restricciones.

“Salta está quebrada”, y requiere urgente intervención para redireccionar el rumbo y evitar una crisis como la que atravesó el país durante 2001. Hoy asume el nuevo Gabinete y la primera misión será ponerle fin al “relato”.