La convocatoria es espontánea para mañana, en plaza Belgrano, a partir de las 19. Lo único obligatorio es llevar luces y barbijo. Es libre, abierto y gratuito.
Salta se suma a una nueva edición de la bicicleteada mundial conocida como Masa Crítica. La militancia salteña por mayor seguridad vial apuesta todas sus fichas a una gran convocatoria. El encuentro se realizará este 25 de febrero. La fecha e emblemática ya que se cumplen diez años desde el atropello a la Masa Crítica de Porto Alegre. Ese incidente dio origen a los sucesivos Foros Mundiales de la Bicicleta (el próximo será este septiembre en en la ciudad santafesina de Rosario), y también es el origen de la Masa Crítica Mundial que se celebra este jueves en distintas partes del planeta.
«Este jueves, ciclistas urbanos de más de 70 ciudades de todo el mundo se encontrarán en distintas partes bajo el hashtag «#MoviendoMasas contra la violencia vial. Los salteños decimos presente y nos concentraremos en plaza Belgrano, a partir de las 19, con nuestras bicicletas, utilizando el barbijo obligatorio, usando alcohol en gel y respetando la distancia del protocolo COVID. Lo mismo recordamos que moverse en bici es la manera más sana y amigable en tiempos de pandemias. También es necesario llevar luces, refractarios, música, más luces y sobre todo alegría», dijo Agustina Gauffin.
En realidad no hay como un comité organizativo. Es totalmente espontánea la convocatoria. También es libres, abierta y gratuita.
No sólo para ciclistas sino también para aquellos que se mueven en rollers, patines, skates y monopatines.
Se juntan los que padecen la violencia de los automovilistas, taxistas y colectiveros de la ciudad que cada día queda más chica. Todos se encuentran en una cita sin reservas, sin planes ni rutas establecidas. Sin embargo es sabido que tratan de abarcar la Plaza Alvarado, el parque San Martín, la zona de la Terminal de Ómnibus, el monumento Güemes, la segunda rotonda de Tres Cerritos, el parque 20 de Febrero, la plaza España y la estación de trenes en la Ameghino. El orden puede cambiar, pero es un excelente recorrido para realizar sin mucho esfuerzo; está pensado para que todos lo puedan realizar.
«En el caso particular de Salta comenzamos a realizar nuestras marchas en el año 2012. Comenzamos con más de 100 amigos y desde ahí fuimos avanzando desde la misma convocatoria y llegamos a hacerlas hasta en lo primeros domingos de cada mes, en las noche de luna llena. Pero en el 2020 tuvimos la cuarentena y no hicimos nada. Con las restricciones también aumentó el número de ciclistas y es por eso que pedimos más infraestructura y más ciclovías. También comenzar a definir los usos de estas últimas sobre los patines, los monopatines y las motos», dijo Agustina.
Masa Crítica no es una organización, es una coincidencia desorganizada. Es un movimiento de bicicletas en las calles, un paseo mensual para celebrar el ciclismo y para afirmar los derechos del ciclista en las calles. Es una idea y un evento. Es gratis; no es una carrera. Es sólo por diversión.
Sucede cuando muchos ciclistas se reúnen en el mismo lugar, a la misma hora y deciden pedalear juntos el mismo recorrido por un rato.
Su nombre se tomó del documental sobre ciclismo de Ted White del año 1992, «Return of the Scorcher». En el film, George Bliss describe una típica escena en China, donde los ciclistas a menudo no pueden cruzar las calles por la cantidad de autos que circulan y la falta de semáforos. Lentamente, más y más ciclistas se amontonan esperando para cruzar la calle, y cuando hay un número suficiente, una «Masa Crítica» como Bliss la llamó, moviéndose todos juntos pueden avanzar sobre los autos y cruzar la calle.
La movida comenzó en San Francisco (California) en septiembre de 1992 y, rápidamente, se difundió a otras ciudades alrededor del mundo. La idea fue bastante simple. Un día, un grupo de ciclistas se reunió en la ciudad para protestar de las condiciones del tráfico, causando un montón de problemas al tráfico motorizado. A la gente le gustó la experiencia y decidieron que se convirtiera en una costumbre. Así, desde entonces y una vez al mes, se reúnen en el mismo lugar a la misma hora. No hubo necesidad de organizar o dar publicidad, la cita quedó programada por sí sola. Tampoco fue necesario pedir permiso, ya que los encuentros son siempre espontáneos.
Fuente: EL TRIBUNO