En plena crisis de los bancos, la FED (la Reserva Federal de EE.UU.) volvió a subir las tasas de interés. Una medida ortodoxa para frenar la inflación persistente en ese país. Esto se tradujo inmediatamente en un nuevo movimiento hacia arriba del precio del oro.
En plena crisis de los bancos, la Reserva Federal elevó el nivel de las tasas por la persistente inflación en Estados Unidos. El oro, refugio de valores, no para de subir.
Ya superó los US$ 2.000 por onza, un valor récord que no para de crecer, como reflejo de la falta de confianza en el mundo financiero.
Ya el solo anticipo hecho por Jerome Powell, titular de la FED, sobre una nueva suba de tasas puso al oro en alza. La confirmación del aumento del 0,25% – en plena crisis de los bancos – provocó que la cotización de ese metal precioso llegue a niveles récords.
“El sistema bancario de EE.UU. es sólido y resistente”, dijo la Fed para llevar tranquilidad. Pero el valor del oro, que es un refugio para preservar el valor de ahorros, parece indicar otra cosa: la desconfianza en el mundo financiero se mantiene por la inflación que no cede como se esperaba y la caída de bancos.
¿Por qué sube el oro?
La Fed tiene trazado un objetivo de hierro: bajar la inflación norteamericana al 2% anual, aunque eso produzca un momento de recesión. Es el precio que Jerome Powell dice que hay que pagar pata volver a poner a la economía de los Estados Unidos en sus niveles anteriores a la pandemia. Antes de que el coronavirus frenara la economía globalizada , Estados Unidos tenía una serie de inflación más baja de los últimos 50 años.
En una conferencia de prensa, Powell destacó la importancia de cortar de raíz los problemas bancarios. Aunque haya «daños colaterales» como una breve recesión.
Esta situación hizo que los inversores y ahorristas se vuelquen al oro. Siempre fluye de manera estable en el mundo financiero. No baja abruptamente y sube de manera moderada. La fórmula ideal para resguardar activos. Pero en este último tiempo, su precio se aceleró a un ritmo desconocido.
Es por eso que el precio del oro no tardó en ofrecer una reacción inicial a la última subida de tipos de la Fed. El precio del metal precioso subió casi un 2 por ciento hasta el momento de cierre de Wall Street, cotizando alrededor de $1,976 dólares por onza.
Pero cuando se produjo la quiebra de tres bancos en Estados Unidos, superó el techo de los US$ 2.000 por onza. Ese valor es considerado como un «indicador de riesgo«. Cada vez que supera ese nivel, significa que la economía norteamericana tiene algún problema grave. La caída de los bancos, el pasado lunes 20, llevó al oro a más de US$ 2.000 en la tercera falla bancaria más grande en la historia de los EE. UU., según los activos financieros./A24