Bettina Romero
Con la llegada de diciembre y con los salteños preparándose para despedir al 2023, son muchos los políticos que también comienzan a despedirse de los cargos que estuvieron desempeñando en los últimos años, al finalizar sus mandatos para los cuáles fueron electos.
En ese contexto de finalización de periodos, la consultora WE compartió su más reciente estudio donde analizó la evolución de imagen de intendentes que terminan sus cargos, comparando la imagen positiva como negativa al asumir y al terminar sus periodos, como así los porcentajes de votación que los consagraron como también los que indicaron que no renovarían sus puestos.
Entre los datos más sobresalientes en dicho informe es la imagen de la saliente intendenta de Salta Capital, Bettina Romero, quien cuando llegó a la conducción de la comuna capitalina tenía 54,7% de imagen positiva, pero a días de darle paso a su sucesor Emiliano Durand, solo mantiene el 21,7%.
Mientras tenía 32,3% en 2019, Bettina se va con 75,2% de imagen negativa.
Otra comparación fue para los jefes comunales del norte provincial, por ejemplo, donde Pablo González, intendente saliente de Orán, se va con 74,8% de imagen negativa, muy distante del 24% de aprobación por parte de los oranenses.
Distinta es la situación de Mario Mimessi, en Tartagal, cuya imagen positiva le gana a la negativa, tanto cuando asumió (64% contra 31%) como ahora que deja el puesto (56,6% contra 42,9%).
En la zona del Valle de Lerma, Sergio Salvatierra de General Güemes suma 60% de pulgares abajo, no tanto como Yolanda Vega, en Cerrillos, que alcanza el 62%. En cuanto al sur de la provincia, en Rosario de la Frontera el intendente Gustavo Solís tiene 63% en este índice.
