Los faltantes de información, según Caserio, “figuraron siempre en la web del Ministerio de Economía, fueron leídas en la Comisión de Presupuesto por la Oficina de Presupuesto del Congreso pero nunca ingresaron”.
“Hoy trabajamos por sistema y nadie más lee los papeles. Pero al haber sido ingresadas en el texto de la ley, por más que estén en formato digital, deben ser incorporadas a este Presupuesto”, sostuvo el senador oficialista cordobés.
No obstante, la comunicación afirma que “la corrección expositiva que se requiere no implica modificación alguna en la asignación presupuestaria de gastos de capital sintetizada en el artículo 1 del proyecto de Ley”. “Nuestro bloque no hará ninguna modificación ni hará ningún cambio del Presupuesto que viene de Diputados», anunció Caserio al cerrar su exposición.
Críticas de la oposición
El legislador de Juntos por el Cambio Martín Lousteaucriticó fuertemente el proyecto de Presupuesto y señaló que la vuelta del proyecto a Diputados “es una oportunidad para analizar más en profundidad el proyecto”. Y además adelantó que el bloque al que pertenece se va a “abstener” en la votación en general, y que también se opondrán a algunos artículos cuando se debata en particular.
“Hay planillas que faltan, fe de erratas… Éstas son las consecuencias de un mal proceso presupuestario”, agregó el exembajador argentino en Estados Unidos.
El Presupuesto “no muestra ningún compromiso con una gestión responsable, equilibrada y transparente para dar esa tranquilidad”, afirmó Lousteau. Y agregó: “No creo que el proceso del tratamiento del Presupuesto, ni todas estas falencias que señalamos, pavimenten el camino hacia la tranquilidad. Ni tampoco son un puente hacia otra configuración macroeconómica”.
El senador opositor cuestionó la baja calidad del proceso presupuestario realizado en la cámara baja, y sostuvo que «hay artículos que se incorporaron en Diputados que merecen una discusión aparte, no que en la discusión presupuestaria creemos tributos nuevos”.
Lousteau añadió que “se subieron tasas de fiscalización, se subieron cargos sobre primas de seguros, se bajaron alícuotas para algunos de débitos y créditos, se eximió a esos mismo actores de pagos de aranceles, se subieron impuestos internos, se hicieron de manera diferencial impuestos al juego y hasta se creó un área aduanera especial. Muchas de estas cosas no son razonables y, como mínimo, merecen una mejor calidad de la discusión. No sé si a estas cosas las revisarán cuando el proyecto de ley vuelva a Diputados, pero ahí habría una enorme oportunidad”.
Por su parte, el senador bonaerense del PRO Esteban Bullrich se quejó de que “agregaron muchos artículos en Diputados” y fue irónico al afirmar que los legisladores de Juntos por el Cambio “en masa votaron en contra”, jugando con el apellido del presidente de la Cámara baja, Sergio Massa.
“Hemos sido una oposición responsable, votamos las leyes que necesitaba el Gobierno. Pero queremos construir un país de consenso, de respeto, seguro, libre, productivo y exportador”, agregó Bullrich.
El Presupuesto 2021 preveía un crecimiento de la economía del 5,5%, una inflación cerca del 32% y un déficit fiscal de 4,5% del Producto Bruto, mientras excluye los programas ATP e IFE implementados durante la pandemia.
El debate es seguido desde uno de los palcos por el ministro de Economía, Martín Guzmán; y por los titulares de las carteras de Infraestructura, Gabriel Katopodis; y Daniel Arroyo, de Desarrollo Social.
Las claves del proyecto
Además de proyectar un crecimiento del 5,5%, un déficit fiscal de 4,5%, una inflación de 32% y un dólar a $102 para fin de año, la iniciativa suma una serie de modificaciones impositivas, que suman unos $13.200 millones extra para el total de los recursos nacionales.
El monto equivale a apenas 0,04% del PBI proyectado para el año próximo, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), pero generó polémica por el tratamiento diferencial para algunas empresas del Estado y sobre todo porque suman más impuestos a una Argentina “asfixiada” de tributos y necesitada de una reforma en favor de la inversión y el empleo, remarcan expertos tributaristas.
En su paso por el Congreso hasta llegar a la Cámara alta, el proyecto original tuvo una serie de modificaciones, entre las que figuran la suba de alícuotas de gravámenes que no estaban incluidos en el texto enviado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, el 15 de septiembre pasado. Los cambios introducidos adicionan ingresos para 2021 por $3566,9 millones en concepto de no recursos tributarios, es decir que no contarán como ingreso al fisco o para el reparto por coparticipación federal de impuestos.
El resto, $9722,7 millones estimados por la OPC, son lo que se estima generará el incremento de los impuestos internos sobre los productores electrónicos, que implica un alza del 5,5% al 17% para aquellos de origen importado y una tasa de 0,5% para los nacionales, que hoy pagaban cero.