X, la red social propiedad de Elon Musk y que era conocida anteriormente como Twitter, parece ser historia en Brasil tras la orden de Alexandre de Moraes, el juez más poderoso del gigante sudamericano que ha ordenado la suspensión inmediata de la actividad en X debido al “reiterado incumplimiento de órdenes judiciales”.
Uno de los países más grandes y de mayor población del mundo es también uno de los mayores mercados para X. El juez ya ha notificado su decisión a Anatel (Agencia Nacional de Telecomunicaciones), que tendrá que retirar la aplicación en un plazo máximo de cinco días. Todas aquellas personas que utilicen la red social sorteando la prohibición se enfrentarán a multas diarias de hasta 50.000 reales (8.000 €).
El fin de X (Twitter) en uno de sus mayores mercados en el mundo
La acción tomada por el magistrado es el detonante final del pulso público que tiene con Elon Musk desde hace meses. ¿El motivo? El bloqueo de seis perfiles de usuarios relacionados con el expresidente Bolsonaro, algo a lo que el empresario sudafricano se ha negado argumentando que Alexandre de Moraes es “un dictador”. El juez acusa a Musk de “querer instituir un ambiente de impunidad total y tierra sin ley en las redes sociales brasileñas”, declarando que existe un “riesgo inminente” de que “grupos extremistas y milicias digitales prosigan y amplíen la instrumentalización de X Brasil con la divulgación masiva de discursos nazis, racistas, fascistas, de odio y antidemocráticos”.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también se ha pronunciado sobre Elon Musk, declarando que “como cualquiera que invierte en Brasil tiene que cumplir la Constitución, las leyes brasileñas y las decisiones del Tribunal Supremo”. ¿Dónde están los límites de la libertad de expresión? Un enfrentamiento entre el juez más poderoso de Brasil y Elon Musk que podría repetirse en otros lugares del mundo.