El principal reclamo se relaciona con la falta de medicamentos para enfermos de coronavirus, el colapso de la capacidad de internación de los hospitales y el retraso e la llegada de vacunas. La oposición, por su parte, reclamó la destitución del presidente.
Cientos de ciudadanos de Paraguay volvieron a concentrarse frente a la residencia presidencial para protestar por tercera jornada consecutiva contra la corrupción y el manejo oficial de la pandemia de coronavirus, mientras la oposición reclamó la destitución del presidente Mario Abdo Benítez.
Los manifestantes, autoconvocados a través de redes sociales, advirtieron que las protestas continuarán hasta que Abdo Benítez y el vicepresidente Hugo Velázquez renuncien a sus cargos, según el diario asunceño ABC Color.
El principal reclamo se relaciona con la falta de medicamentos para enfermos de coronavirus, el colapso de la capacidad de internación de los hospitales y el retraso e la llegada de vacunas, pero también con la supuesta corrupción con que el gobierno manejó la compra de insumos para afrontar la pandemia.
Vestidos en su mayoría con la camiseta albirroja del seleccionado nacional de fútbol y con pancartas con diversas consignas -entre ellas, “Fuera Marito” y “Hasta que renuncie, todos los días”-, los manifestantes instalaron frente a la residencia presidencial un “megáfono abierto” para que cada ciudadano expresara sus reclamos.
La convocatoria a la manifestación comenzó a circular en la madrugada por redes sociales bajo los hashtag #EstoyParaElMarzo2021, #QueSeVayanTodos y #FueraMarito.
El llamado abarca a “ciudadanos autoconvocados, trabajadores de bares y locales nocturnos, familiares de enfermos de coronavirus, parientes y allegados de víctimas fatales de la enfermedad y otros”.
Asimismo, la Policía Nacional desplegó un severo dispositivo de seguridad en torno al edificio, para evitar que se repitieran los disturbios de las dos noches previas, cuando grupos de manifestantes se enfrentaron con los uniformados.
El viernes, los choques se produjeron en las inmediaciones del Congreso y el sábado, frente a la residencia presidencial, cuando manifestantes intentaron derribar las vallas de contención, de lo que resultaron detenidas ocho personas que fueron liberadas.
En un informe al Ministerio Público, la Policía Nacional atribuyó los disturbios del viernes a dos decenas de miembros de la barra brava del club Cerro Porteño -cuatro de los cuales fueron identificados-, que supuestamente se infiltraron en dos grupos entre los manifestantes, según el diario asunceño La Nación.
La oposición
“Hubo una actitud totalitaria en la represión a la manifestación; el presidente y el vicepresidente se tienen que ir y el pueblo tiene que decidir quiénes vendrán”, afirmó el presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre, al término de una reunión de la mesa de presidentes de partidos de oposición.
“El problema del presidente no es quienes piden el juicio político desde el Congreso; la dificultad de este gobierno colorado está en las calles, en el hartazgo por tanta corrupción; los cambios anunciados son pedidos de cúpulas, no de la ciudadanía que quiere dignidad y coraje”, sostuvo la diputada Kattya González, del Partido Encuentro Nacional (PEN).
Paralelamente, diputados del PLRA se disponían a iniciar conversaciones con sus colegas de las demás bancadas opositoras a fin de reunir el número necesario para impulsar el juicio político a Abdo Benítez y Velázquez.
La iniciativa podría tener incluso el apoyo de Honor Colorado, el sector del Partido Colorado gobernante que responde al expresidente Horacio Cartes y que está enfrentado al de Abdo Benítez, pero solo una vez que tenga suficiente consenso en la oposición, sugirió el apoderado general de la fuerza, Eduardo González.
“Honor Colorado estuvo en oposición al gobierno y eso se demostró no solo en palabras sino con actos, pero el sostenimiento de Abdo Benítez no depende solamente de Honor Colorado sino de que la oposición plantee algo coherente que hasta ahora son solo palabras”, afirmó González.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) repudió en un comunicado publicado en Twitter la represión contra las protestas opositoras y los disturbios en que desembocaron algunas de ellas y exhortó a “la búsqueda de soluciones en beneficio de toda la sociedad, dentro de un marco institucional y democrático”.
Asimismo, el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, sostuvo en su homilía que “un oscuro nubarrón se dibuja peligrosamente en el horizonte” del país.
Los dos pronunciamientos se produjeron después que el gobierno reprimiera protestas opositoras y dejara más de 21 heridos, y un día después de que Abdo Benítez respondiera anunciando cambios en su gabinete.
Cambios en el gabinete
El mandatario removió a tres miembros de su equipo y prometió más cambios en el Ministerio de Salud y “escuchar” a la ciudadanía movilizada, y desnudó una doble crisis, epidemiológica y política.
El presidente confirmó la salida del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, que ya se conocía, y sumó las del jefe del Gabinete Civil, Juan Villamayor, y los ministros de Educación, Eduardo Petta, y de la Mujer, Nilda Romero.
La Asesoría Jurídica de la Presidencia anunció que este lunes se publicarán los decretos con las designaciones de los nuevos funcionarios, cuyos nombres no habían trascendido.
Paraguay se encuentra en máximos históricos de contagios, con más de 1.500 nuevos casos diarios y más de 300 pacientes ingresados en unidades de terapia intensiva, por lo que el sistema sanitario se encuentra bajo una enorme presión.
El gobierno admitió recientemente que había escasez de medicamentos para tratar a pacientes de coronavirus y que casi todas las camas de terapia intensiva de los hospitales públicos estaban llenas.
El país acumulaba desde el comienzo de la pandemia 165.811 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 24.150 personas tenían la infección activa y 3.278 murieron por la enfermedad, según el último balance oficial, publicado el viernes.
Fuente : Telam