Mirtha Legrand, notablemente afectada por la situación, comenzó pidiendo disculpas a todos los involucrados
Sin preámbulos y tras permanecer una semana en silencio, Mirtha Legrand , visiblemente conmovida, pidió disculpas por las polémicas acusaciones que la mediática Natacha Jaitt realizó en su mesa del sábado pasado, mostró su arrepentimiento por haberla invitado al programa y reconoció que «por un punto de rating» hizo «mucho daño a muchas personas».
La diva aseguró que pasó una semana «espantosa» y que su médico tuvo que verla en tres ocasiones. «Hablaré hoy solo aquí y no voy a generar más polémicas. En primer lugar, quiero pedir disculpas a todas las personas que han sido mencionadas y que se hayan podido sentir agraviadas o difamadas por las expresiones manifestadas por una invitada aquí el sábado pasado, esas expresiones no son compartidas por mí, ni por mi producción, ni por este canal y corren por cuenta exclusiva de quien las dijo», sostuvo en su esperado descargo.
«He sido muy criticada y muy censurada y con razón», añadió la diva, que desde esa noche recibió una ola de críticas por haber permitido que Jaitt señalara, sin pruebas, a diferentes personalidades como clientes de una red de menores reclutados por el fútbol.A las luces de lo sucedido, Mirtha dijo que se preguntó varias veces esta semana si no tuvo que haberle pedido «que se retirara del programa, pero sin duda eso hubiera terminado en un escándalo» y atentado contra «la libertad de expresión» que tanto respeta.
Además, remarcó que ella se oponía a tenerla de invitada a Jaitt porque había visto cómo se había comportado en otras situaciones polémicas, pero finalmente la habían convencido. «Era un fin de semana difícil; no encontrábamos gente y algunos apalabrados no podían venir, y cayó el nombre de esta persona y finalmente me convencieron, fue un error y estoy totalmente arrepentida y que se haya mencionado o insinuado a gente a la que quiero muchísimo. La verdad, señores, les voy a confesar algo: el programa se me fue de las manos», se sinceró.
La diva dijo que, cuando Jaitt empezó a hacer menciones sobre otras personas presentes en el programa, debió «haberla frenado». «Debo ser honesta: primero, no le entendía mucho: hablaba muy bajo, sin buena dicción y no entendía por qué agredía tanto a Mercedes Ninci, a cuento de qué venía eso», expresó.
Tras ello, Legrand reiteró que está «muy arrepentida» de ese programa, del cual dijo que «era todo raro», y explicó que había una persona detrás de cámara «que levantaba los brazos (el hermano de Jaitt), que en un momento sacó un cartel que decía: no des nombres e intercambiaba siempre gestos con ella». Además, dijo que Natacha se sintió muy incómoda cuando perdió uno de los papeles que tenía en la mesa. «Fue todo muy raro, hace 50 años que hago este programa y nunca pasé un momento tan terrible, desconcertante e incómodo», subrayó.
Recalcó, finalmente, que «tienen razón muchos de los diarios con lo que dijeron estos días: esto no puede volver a ocurrir, no se puede usar la televisión para esto. La televisión argentina está muy difícil, muy salvaje».
A continuación, recordó unas palabras que ella misma dijo hace muchos años en Canal 7: «Por un punto de rating se mata a la madre, y yo caí en esa; es terrible, no se puede estar trabajando para el rating, hay que trabajar para que las cosas vayan bien, pero por un punto de rating no se puede herir a la gente; yo siento que les he hecho mucho daño a muchas personas y les pido disculpas».
Apoyo. Mirtha dijo que su familia la acompañó en todo momento y sobre su nieto y productor, Nacho Viale -que en la semana salió a reconocer que todo lo ocurrido fue su responsabilidad-, recalcó: «Él es un excelente productor, lo único que quiere es que su abuela tenga éxito y que le vaya bien. Yo les digo una cosa: yo soy una mujer grande y muy mayor, y es un milagro que yo esté en la televisión, que mi cerebro esté atento y que me preocupe toda la semana para estar en el aire y brindar un espectáculo que les guste a ustedes. No es fácil; no voy a llorar, pero estoy muy dolida; esta mañana me sentía morir, estaba muy mal».
Críticas e indignación. La decisión de la producción de La noche de Mirtha de permitir que Jaitt involucrara, sin pruebas aparentes, a distintos referentes del periodismo, del deporte, la política y la farándula en casos de abuso a menores en el mundo del deporte provocó una fuerte polémica. Y, en algunos casos, también acusaron a la diva de ofrecer su programa para una operación, lo cual ella negó rotundamente.
Respecto a esto último, Mirtha recalcó: «A lo largo de 50 años nunca nos hemos prestado a ninguna operación; no sé lo que son las operaciones; no entiendo nada de todo eso y nunca lo he hecho, jamás. Nuestra mesa no está al servicio de nadie ni de ningún sector en particular», puntualizó.
«Si alguno de los afectados quisiera tener su derecho a réplica para decir lo que tenga que decir, acá tiene su espacio», comentó antes de dar paso a una comunicación telefónica con Gustavo Vera, uno de los señalados por Jaitt. «Soy maestro de grado, de primaria, para mí esto fue una bomba nuclear. Esta señora debe pedir disculpas públicas por habernos manchado», subrayó.
Mirtha invitó a Vera a su próximo programa y éste aceptó. Al mismo tiempo, la conductora realizó otra petición: «Espero que toda esta alteración mediática no sea una cortina que nos haga perder el foco principal de la investigación de los abuso de niños en el ambiente del fútbol», recalcó la conductora.
Rating. La expectativa generada por esta polémica consiguió que el programa tuviera picos de 12,3 puntos de rating mientras que su competencia directa, el programa de Andy Kusnetzoff, PH, en Telefe conseguía 7,5 puntos.
Fuente: La Nación