La ministra de Desarrollo Social,  Verónica Figueroa  dialogó esta semana con acompañantes familiares del plan UNIR, equipos de Asuntos Indígenas, personal de servicios sociales, enfermería, profesionales de obstetricia, pediatría y agentes de atención primaria de la salud que trabajan en el hospital de Orán al servicio de madres, mujeres embarazadas, niñas y niños de comunidades originarias de la zona.

El acompañamiento familiar contempla tareas intra y extra hospitalarias, entre ellas: la gestión de albergue para familiares de pacientes hospitalizados, visita permanente de un agente de Asuntos Indígenas para la provisión de recursos elementales durante la estadía hospitalaria, la intervención de acompañantes familiares del Plan UNIR en la gestión de trámites de DNI y otros, facilitar una comunicación eficaz de los diagnósticos clínicos con el apoyo de agentes hospitalarios bilingües.

También, la contención a la familia en situación de internación hospitalaria, tratamiento, gestión de consultas médicas y visitas domiciliarias posteriores al alta para ser nexo con personal de salud ante síntomas de alerta y en el fomento de hábitos de prevención de enfermedades.

El recorrido junto a agentes territoriales abarcó el Área de Identificación del Recién Nacido y el Ala Pediátrica donde se constató las prestaciones a una bebé y su mamá provenientes de la comunidad Asamblea de Dios de Fortín Dragones.

Al respecto, la Acompañante Familiar Hospitalaria de Plan UNIR, Marlene Castillo, señaló que “las mamás de las comunidades con que trabajamos en este hospital son de todas las comunidades. Algunas veces vienen acompañadas y algunas veces vienen solas. Y las ayudamos con derivaciones, urgencias, cuidados de ellas y sus bebés”.

Y añadió que su labor consiste en “acompañar y enseñar para que las familias tengan autonomía y  puedan realizar lo que antes no sabían cómo hacer de manera independiente”.