El diputado sigue analizando competir en la primaria de Cambiemos. Las presiones para bajarlo y el temor a un acuerdo con el ex ministro.
Martín Lousteau sigue analizando minuciosamente el escenario electoral antes de definir cuál será su lugar en las elecciones de este año. El diputado sigue mirando la interna presidencial de Cambiemos, aunque tampoco descarta volver a competir en la Ciudad de Buenos Aires y en su entorno hasta dejan abierta la puerta a una negociación con Roberto Lavagna.
Con la mira puesta en una hipotética primaria contra Mauricio Macri (idea que motoriza un sector de la UCR y rechaza la Casa Rosada), Lousteau empezará a recorrer el país para apoyar a los candidatos del radicalismo en las provincias, aunque sepa que sus chances de triunfo sean escasas. Fue lo que hizo ayer cuando visitó al neuquino Horacio «Pechi» Quiroga, a quien el Gobierno nacional prácticamente no respaldó en el último tramo de la campaña.
El ex ministro de Economía mantendrá por ahora la cautela y evitará definir su futuro hasta que se realice la convención nacional del radicalismo, prevista para abril. Allí la UCR definirá si presenta fórmula propia en las PASO de Cambiemos o espera una oferta mejor de Macri.
El sector radical que empuja la interna quiere que la convención no se realice en Jujuy como pretende el espacio más cercano a la Rosada. Es que allí manejaría los hilos el gobernador Gerardo Morales, a quien directamente ven más como alguien del gobierno que como uno propio. Es que el jujeño fue quien -tras un acuerdo con Marcos Peña- logró frenar el pronunciamiento a favor de las primarias durante la reunión en Corrientes, a donde fue con un discurso muy oficialista.
En el caso de que el radicalismo apruebe ir a una interna, cerca de Lousteau quieren asegurarse que las reglas sean claras y que el PRO no las arme para quedarse con todo. Es que desde el gobierno deslizan que la integración de listas se haría con sistema D’Hondt y podrían imponer un piso del 30 por ciento, algo que muy probablemente marginaría a todos los radicales. La contrapropuesta es que el piso sea del 15 por ciento.
Lo que revela esto es que en el entorno del ex ministro sospechan -con elementos concretos- que la Rosada no les va a dar la primaria y se va a dar un escenario similar a lo que pasa con Ramón Mestre en Córdoba, sobre quien hay enormes presiones para bajarlo. Lo mismo sucede en Tucumán con Alfonso Prat Gay, que ahora respalda la jugada de Lousteau.
«El problema es que en la Casa Rosada se siguen manejando como si estuvieran ganando cómodos la elección», afirman allegados al diputado. Los números que manejan dan a Macri con una intención de voto de 27 por ciento, cinco puntos abajo de Cristina. A Lousteau lo tienen en torno a los 9 puntos. «No existe que midiendo cerca de 10 puntos se quede en la casa como quieren Macri y Marcos Peña», desafían.
Estos números plantean dos cuestiones. Por un lado, explica la súbita rebelión de los radicales que olfateando cierta debilidad de Macri ahora desafía con internas y reclama candidaturas que antes no pedía. Por otro lado, Lousteau cree que tiene números que le otorgan un hipotético poder de daño a Macri y busca hacerlo valer.
«El problema es que en la Casa Rosada se siguen manejando como si estuvieran ganando cómodos la elección», afirman allegados al diputado
Es por eso que en su entorno tampoco descartan ir por fuera de Cambiemos y la alternativa sería un acuerdo con Roberto Lavagna, si es que éste finalmente se decide a ir por la presidencia con un armado más amplio que el del peronismo federal. Aunque es una idea muy preliminar, es un dato interesante que no la desestiman y hasta lo imaginan como candidato a jefe de gobierno porteño del ex ministro, que genera adhesión importante en un sector del radicalismo.
La opción de ir por la jefatura de gobierno porteño tampoco se descarta con Lousteau compitiendo dentro de Cambiemos. Sería un plan B si no le dan la primaria presidencial (o si le imponen condiciones excesivas) o si el radicalismo acuerda no enfrentar a Macri. Otra idea que flota en el aire es que el presidente le ofrezca ser su vice, algo que en su entorno no creen que ocurra. Como explicó LPO, Macri también lo intentará seducir con la candidatura a senador.
Lo cierto es que el factor Lousteau vuelve a ser una preocupación grande en la Casa Rosada, donde ya empiezan a manejar opciones para contenerlo. Una de ellas es Elisa Carrió, una aliada fuerte de Peña en la cruzada contra Lousteau. De hecho, el jefe de Gabinete pidió que le den espacio en los medios, donde suele apuntar contra el «Coti» Nosiglia uno de los principales impulsores de la candidatura del diputado.
Fuente: LPO