Cuando parecía que el año se terminaba sin novedades de peso de la Argentina profunda, los gobernadores del norte lanzaron un Consejo Regional para presentar sus demandas en Buenos Aires de manera conjunta. Una idea que unió a peronistas y radicales y que tendrá un funcionamiento de bloque similar al del Mercosur: las presidencias durarán 6 meses y el mandatario que esté a cargo será el anfitrión de las reuniones con sus pares.
El Consejo Regional «Norte Grande», tal como fue bautizado en su acta de fundación, representará a Formosa, Catamarca, Tucumán, La Rioja, Jujuy, Corrientes, Misiones, Santiago del Estero, Salta y Chaco, las 10 provincias del NOA y NEA. Según aseguran sus integrantes, tiene la aprobación de Alberto Fernández, que busca rediseñar el vínculo con los gobernadores. Ante las demoras del proyecto de «Capitales Alternas» por la pandemia, el interior encontró otra manera de hacerse oír.
Las necesidades del norte vinculan a gobernadores de identidades distintas como los radicales Gerardo Morales y Gustavo Valdés, de Jujuy y Corrientes, respectivamente, con el peronista Jorge Capitanich, que fue elegido como primer presidente pro-témpore del consejo. Un premio consuelo para el chaqueño después de haber intentado, sin éxito, posicionarse como candidato para conducir el PJ. «No puede dejar de moverse», dicen cerca suyo.
«El norte necesita transferencia de recursos, y con esa descentralización podemos ayudar a poner a la Argentina de pie con mayor velocidad», postuló Capitanich. El consejo busca «propiciar una agenda en común basada en la convicción compartida de un proceso de integración como camino de mayor y mejor desarrollo de nuestros pueblos», según establece el acta de fundación. En los hechos, será un lobby conjunto para reclamar obras y tratamientos diferenciales en los servicios.
Además de Capitanich, Morales y Valdés, los restantes 7 gobernadores de la región pusieron la firma en el acta constitutiva y eligieron al chaqueño por unanimidad: Gildo Insfrán (Formosa), Raúl Jalil (Catamarca), Juan Manzur (Tucumán), Ricardo Quintela (La Rioja); Oscar Herrera Ahuad (Misiones) Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Sáenz (Salta).
«Queremos explotar la potencialidad del norte con obras como corredores viales y ferrocarriles», explicaron a A24.com desde la organización, desde donde escucharon los planteos de cada provincia para elaborar un pliego general. También se buscará un precio diferencial para la energía eléctrica del NOA-NEA, del mismo modo que la Patagonia tiene subsidio de gas. Los gobernadores se ilusionan con los números: las 10 provincias suman casi 10 millones de habitantes, con 100 diputados y más de 30 senadores en el Congreso.
Los responsables de este nuevo consejo recuerdan que los gobernadores de la región no se reunían desde 2005, cuando Néstor Kirchner organizaba el trato con las provincias de manera directa. «Él no era muy amigo de estas cosas, tenía un estilo muy radial y hasta hablaba directamente con los intendentes», repasan hoy, con pesar por el tiempo perdido.
Desde el Movimiento Arraigo, un espacio peronista que promueve el desarrollo federal, el senador bonaerense Francisco «Paco» Durañona apoyó esta iniciativa. «El NOA y NEA fueron las principales víctimas del modelo de ultra concentración que se viene desplegando y consolidando hace más de un siglo -le dijo a A24.com-. Los números demuestran una desigualdad inaceptable entre esos pueblos y los núcleos urbanos del centro. Celebramos que sea de manera horizontal y que se integre a las distintas fuerzas políticas al frente de cada territorio, unidos por un objetivo estructural común».
En el norte se ilusionan con la gestión que Capitanich puede imprimirle al consejo y, si bien valoran el ok presidencial, también le reprochan a Alberto que siga estirando los tiempos en el PJ pese a haber sido invitado en innumerables oportunidades a asumir como jefe del partido en una lista de unidad.
La guerra fría por las PASO
A la vez se agita otra discusión que podría enfrentar al interior con las cúpulas partidarias metropolitanas. El viernes pasado, después del aluvión parlamentario por los debates sobre el aborto y la reasignación de fondos para la Ciudad, el diputado tucumano Pablo Yedlin presentó, con estudiado perfil bajo, el proyecto de suspensión de las PASO para las elecciones legislativas año que viene. Lo hizo en representación de los gobernadores del PJ, después de que el propio Capitanich -el jugador que siempre aparece- adelantara esa movida durante los días previos.
Los argumentos: la crisis económica y la pandemia. La pelea de fondo: la necesidad de no disputar el poder territorial en las Legislaturas y los Concejos Deliberantes. Este avance de los gobernadores podría chocar de frente con la intención de La Cámpora, el otro socio de peso de la coalición, que está dispuesto a plantar competencia en los distritos con miras a 2023.
En el PJ creen que la agrupación de Máximo Kirchner «resiste» el proyecto y que, por eso, este intento para modificar las reglas electorales podría empantanarse. «No es un tema de la gente», suele responder, desde Quilmes, la intendenta camporista Mayra Mendoza. En la Casa Rosada dicen que es un tema del Congreso, pero en la Cámara de Diputados esperan señales. Por el momento, Alberto calla. Final abierto.
Fuente : A24.com