Si lo dice el gasista…
Esta semana las temperaturas frías llegaron para quedarse. Antes de prender las estufas, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono.
En diálogo con Hernán Garofoli quien es Presidente de la Asociación civil de matriculados en gas, plomeros, sanitaristas y afines de la Región Gran La Plata (AS.MA.GA), explicó algunos tips para evitar accidentes por el mal uso de las estufas en época de frío.
«Lo fundamental es mantener siempre los artefactos en condiciones por un gasista matriculado, insistimos en eso porque se trata de una persona que esta preparada, que tiene el reconocimiento, tiene un respaldo y es una persona que es responsable de lo que está haciendo», comenzó explicando y agregó: «entonces, eventualmente, ante un reclamo o alguna situación, está un responsable matriculado que tiene que hacerse cargo».
Asimismo sostuvo que en la actualidad, «con la situacion que se esta viviendo se evita mucho llamar a un gasista para hacer un service. Mucha gente pone su propia mano y llaman cuando ya la estufa no enciende. Es lamentable, pero es importante saber que es peligroso». En ese sentido, detalló qué es lo que puede ocurrir.
¿Qué problemas pueden tener las estufas?
Según Hernán, al pasar varios meses en los que las estufas no son encendidas, pueden acumular polvo, «algunos bichitos que entran por la ventilación. Y ahi es necesario hacer una limpieza al equipo para que funcione en condiciones optimas».
En ese sentido, un profesional debe realizar la limpieza necesaria, y también «controlar que la combustión sea correcta, que ventile el monoxido de carbono hacia afuera y no hacia adentro», manifestó. Asimismo, dijo que el chequeo y limpieza de estufa actualmente está rondandolos 20 y 25 mil pesos; mientras que la colocación cuesta 60 mil pesos.
Tips para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono
Algunas de las recomendaciones que hay que tener en cuenta según explicó el presidente de AS.MA.GA a La Cielo son:
- Limpieza del artefacto por un gasista matriculado.
- Mirar que la llama sea azul rojizo. Si hay un color amarillo es que hay una muy mala combustión y se debe llamar a un profesional.
- Prestar mucha atención a las estufas de tiro balanceado que no se genere una mancha oscura en la pared donde esta la estufa. Eso significa que esta ventilando el monoxido de carbono hacia adentro.
Otros tips a tener en cuenta:
- Mantener los ambientes bien ventilados
- Si se encienden brasas o llamas de cualquier tipo, no dormir con éstas encendidas. Siempre apagarlas fuera de la casa.
- No usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente.
- No mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor.
- El calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
- No encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en ambientes cerrados, en sótanos o garajes.
Recomendaciones para mejorar el consumo
En medio de una situación económica complicada en el país, Hernán lanzó explicó que para evitar gastar mucho dinero en gas es recomendable:
- No mantener durante mucho tiempo el máximo. Una vez que está templado, ir reduciendo el consumo de la estufa para que mantenga un nivel de temperatura optimo.
- Si son estufas que no son de tiro balanceado, por la noche no dejarlas encendidas porque es peligroso.
¿Qué es el monoxido de carbono y cuáles son los sintomas de intoxicación?
El monóxido de carbono es un gas muy tóxico para las personas y los animales, por lo que se convierte en una de las maneras en las que las personas pueden experimentar accidentes muy riesgosos, incluyendo la muerte. Y es que este gas ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno.
Según la cartera sanitaria, se lo llama el asesino invisible porque no tiene olor, color, sabor ni tampoco irrita los ojos. Sin embargo, genera algunos síntomas a los cuales se debe estar alerta, especialmente durante el invierno que es la temporada en la que más se utilizan artefactos de calefacción.
Algunos de los síntomas más comunes ante una intoxicación por monóxido de carbono son: dolor de cabeza, mareos, somnolencia, debilidad, cansancio, náuseas/vómitos, pérdida del conocimiento y/o convulsiones, palpitaciones, dolor de pecho y paro cardiorrespiratorio.
