Afecta de manera directa a quienes deben pagar más dinero para llenar el tanque. También incide de manera indirecta en la formación de precios de todos los productos.
Las constantes y reiterativas subas de precios que la petrolera estatal YPF viene aplicando en sus combustibles tienen un doble impacto en la economía de los consumidores y potencian el ritmo de crecimiento de la inflación.
En Salta y el NOA, donde los índices del costo de vida están siempre por encima de la media nacional, el problema se acrecienta porque la petrolera de bandera parece ser nacional pero no federal, ya que el norte duplica la cantidad de aumentos en lo que va del año respecto de la zona centro del país.
Estos incrementos, así como no tienen una única consecuencia, tampoco tienen un solo origen, sino más bien es compleja la cadena de formación del precio, que depende de tantas variables que es difícil saber cuándo el incremento es real y cuándo es antojadizo.
El economista en jefe de la Ieral NOA de la Fundación Mediterránea, Lucas Dapena, indicó que «el aumento de los combustibles tiene siempre dos impactos: directo e indirecto».
«El directo es lo que le afecta inmediatamente al consumidor porque le sale más caro llenar el tanque de nafta o gasoil», explicó y detalló que «los combustibles están dentro del IPC (Índice de Precios al Consumidor), por lo que la suba afecta directamente al consumidor y de manera inmediata».
Por otro lado, en cuanto al impacto indirecto, dijo que «los combustibles son un insumo o materia prima en toda la estructura económica que afecta a la formación de los precios, porque el flete afecta a todos los productos», por lo que al subir ese ítem, luego se traslada al consumidor junto con los otros costos de producción. Indicó que lo mismo pasa, por ejemplo, con las tarifas de los servicios como luz y gas.
Las razones de los aumentos
Siempre cortos de explicaciones oficiales, a la hora de analizar las razones que puedan justificar la suba de precios de los combustibles, hay muchas variables que pueden y suelen influir.
Por un lado el reacomodamiento de precios. Dapena indicó que «no se debe perder de vista que la nafta tiene un precio regulado y, por lo visto, el Gobierno dio vía libre a YPF para recomponer números porque venía complicada con la negociación de su deuda».
«Entonces, al ser precios regulados, el Gobierno está permitiendo recomponer los valores del año pasado, que habían quedado muy atrás con respecto a la inflación», indicó el economista.
En este punto hizo foco además al aclarar que esto demuestra que el 36% de inflación con que cerró el 2020 no es una cifra real, sino que todos estos aumentos de combustibles deberían ser evaluados y contabilizados en ese contexto. «La inflación siempre termina apareciendo», sentenció Dapena y amplió: «Tienen que sincerar ahora (los precios) para no tener que hacerlo sobre la fecha de las elecciones».
Otra de las razones que influyen en la formación del precio de los combustibles son los biocombustibles y, «al haber aumento en este producto que es componente de los combustibles, se traslada al precio».
«Las actualizaciones en el impuesto a los combustibles y en la estructura de costos, como insumos, mano de obra y salarios, entre otros, también tiene consecuencia en el precio que se traslada al consumidor», aclaró.
Finalmente, «otro dato que influye es el aumento del precio del petróleo, que se incrementa por las modificaciones en el tipo de cambio oficial».
«Todo esto ocurre porque el precio del combustible el año pasado, al ser regulado, venía pisado, entonces ahora vemos un cambio en la estrategia política y sabemos que va a seguir subiendo porque ya hay actualizaciones permitidas para los meses de marzo, abril y mayo», anticipó Dapena e insistió en que «la idea es que suba (el precio) ahora y no cerca de las elecciones nacionales».
Fuente : El Tribuno
