La pobreza alcanzó el 50,5% en Argentina en el primer semestre del año


22 julio, 2024


Afecta a más de 23.175.000 personas en todo el país.

Antes de conocerse los índices oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), una universidad privada reveló que la pobreza en la.

El índice fue elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella, que se respalda en la información trimestral de la Canasta Básica Total (CBT) del Indec.
Su metodología se actualiza todos los meses y la estimación está basada en la proyección de la estructura del mercado laboral.

«Para el promedio del ingreso total familiar (ITF) se proyectó para el semestre un incremento interanual del 214,8%. Con estos datos y la simulación de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), del primer y segundo trimestre de 2024, se proyectó la tasa de pobreza», explicaron desde la institución.
En consecuencia, la proyección promedio de la cifra de pobres, del 52,6% durante el período comprendido entre enero y marzo y del 48,5% entre abril y junio, generan un porcentaje semestral del 50,5% en la población total.

Posteriormente, en el informe, revelaron que «la proyección sugiere que alrededor del 50% de las personas viven en hogares urbanos pobres.
La EPH es una encuesta representativa de una población urbana que, en el semestre de referencia, se estimó en 29,3 millones de personas, lo que implica que alrededor de 14,8 millones viven en hogares urbanos pobres».

CANASTA BÁSICA

El Indec comparte mes a mes cuál es la inflación. En este sentido, el dato indica que para el mes de junio fue del 4,6%, acumulando un 79,8% en el primer semestre, y bajo la gestión de Javier Milei. Asimismo, fue 0,4 puntos mayor a la de mayo, y en la interanual llegó al 271,5%.

El costo de la Canasta Básica Total (CBT), que se utiliza como umbral para medir la pobreza, creció un 2,6% en junio, lo cual significa la variación mensual más baja desde noviembre de 2021. Con este aumento, una familia tipo necesitó 873.169 pesos para no ser considerada pobre.

En paralelo, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), con la cual se sitúa la línea de indigencia, subió apenas un 1,6%, el número más acotado desde junio de 2020, cuando la demanda estaba fuertemente deprimida por la cuarentena decretada a raíz de la pandemia de covid-19.

De este modo, según los datos oficiales publicados este viernes por el Indec, una familia, compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8, requirió $393.319 para no caer en la indigencia.

CRISIS ESTRUCTURAL 

La crisis actual empujó a la franja más pobre a la indigencia y vastos sectores de la clase media se convirtieron en nuevos pobres.
La brecha entre el ingreso de los hogares y el precio de la canasta que define la línea de pobreza y de indigencia se profundizó vertiginosamente en una economía en recesión, con más del 270 por ciento interanual de inflación a junio y un 7 por ciento de desempleo.

«Hay una pérdida en los hogares, no sólo por capacidad de compra de los salarios, sino por el desempleo de jefes de familia», explicó Eduardo Donza, investigador del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, y aclaró que desde «hace más de dos décadas que la pobreza se sostiene por encima del 20%».

«Tenemos una pobreza estructural, con tercera generación de niños y adolescentes nacidos en exclusión», definió, y agregó: «Es el caso de Gabriela Costas, que a los 45 años vive en la calle desde los 9. Ninguno de los gobiernos han lograron sacarla de la indigencia».

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