Tenía un tumor cerebral terminal.
Un médico fue diagnosticado con cáncer terminal, decidió crear un tratamiento propio para salvarse y se sanó. Se trata del australiano Richard Scolyer, de 57 años de edad, que presentaba un tumor cerebral muy agresivo.
El especialista es profesor de la Universidad de Sydney y se enteró de la enfermedad que padecía en junio del año pasado. Casi un año después, logró estar libre de cáncer luego de someterse a un procedimiento creado por él mismo.
Bajar los brazos no era una opción para Richard. Tenía una esposa y tres hijos que lo impulsaban a intentar hasta lo imposible para evitar que la enfermedad lo venciera. Así fue como comenzó a investigar acerca de los tratamientos en los que podía incursionar.
Cómo se enteró del diagnóstico
El médico estaba de viaje en Polonia por cuestiones laborales cuando tuvo sus primeras convulsiones. Tras realizarse los estudios pertinentes, recibió el diagnóstico: tenía un tumor cerebral terminal.
Cuando regresó a Australia amplió los análisis y finalmente le informaron que padecía glioblastoma, una forma agresiva y terminal de cáncer cerebral. El pronóstico de vida para los pacientes que lo padecen no es mayor a un año, según los especialistas.
El panorama era desolador para Richard, pero decidió poner manos a la obra y trabajar incansablemente para buscar una alternativa. En ese sentido, el médico recurrió a una investigación sobre el melanoma que venía realizando con Georgina Long, ambos directores del Instituto del Melanoma de Australia.
El tratamiento que lo salvó
Después de estudiar el caso minuciosamente, decidieron probar con una novedosa técnica de tratamiento. El año pasado, Richard se convirtió en el primer paciente con cáncer cerebral en recibir inmunoterapia combinada antes de la cirugía y en el primero en obtener una vacuna personalizada según las características de su tumor.
Durante los dos primeros meses de tratamiento, el médico padeció ataques epilépticos, problemas hepáticos y neumonía. Pero después de atravesar todos esos malestares, aseguró sentirse mejor que en el último tiempo.
“Es lo mejor que me he sentido en muchos años”, reveló a BBC sobre su estado de salud y contó que ya volvió a realizar ejercicios periódicamente. “No podría estar más feliz”, aseguró.
“Ciertamente, eso no significa que mi cáncer cerebral esté curado… pero es bueno saber que aún no ha regresado, así que todavía tengo más tiempo para disfrutar mi vida con mi esposa Katie y mi tres niños maravillosos”, manifestó con alegría.
El tratamiento era nuevo, por lo que Richard aceptó el desafío de ser quién lo experimente por primera vez, corriendo el riesgo de padecer efectos adversos. “Para ser honesto, estaba más nervioso que en cualquier exploración anterior”, reconoció.
Sin embargo, la historia tuvo un final feliz. Luego de conocer los resultados de los exámenes que deberá realizar con periodicidad, expresó: “Estoy simplemente emocionado y encantado”.
Actualmente, Scolyer y Long trabajan en un artículo científico sobre los resultados del tratamiento, aunque la investigadora considera que aún están lejos de desarrollar un tratamiento aprobado y regulado para salvar a otros pacientes que sean diagnosticados con el mismo cáncer de Richard.
“En lo que realmente tenemos que centrarnos es en demostrar que este tipo de enfoque de inmunoterapia combinada previo a la cirugía funciona en una gran cantidad de personas”, dijo la experta.