Empresarios de cinco rubros claves en la economía local miran el año que acaba de empezar con más esperanza que certeza; advierten que el esperado rebote depende de la evolución de la pandemia provocada por el virus Covid-19 y que, previamente, hay problemas urgentes por resolver que no están en las agendas oficiales.
La Argentina pasó por tres años de recesión, con caídas de 2,5 por ciento en 2018 y 2,1 por ciento en 2019, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), a lo cual se suma la retracción del año pasado, en torno al 10 por ciento según las estimaciones oficiales.
Para este año, las proyecciones de crecimiento marcarían el final a este ciclo: 5,5 por ciento de expansión según el ministro de Economía, Martín Guzmán, y 4,9 por ciento según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La visión de los que están al frente de las empresas locales sobre estos indicadores es más moderada, por las dudas sobre cuándo se logrará controlar la pandemia y de la capacidad que tenga el Gobierno nacional para generar mejoras en la economía.
Para Ercole Felippa, presidente de la láctea Manfrey, el rebote será menor.
“Ojalá llegue al tres por ciento; en el país y en el mundo, como consecuencia de la pandemia, se generaron situaciones muy complejas; si Argentina no baja las retenciones a las exportaciones no va a poder aprovechar las oportunidades en un mundo donde crece la demanda de alimentos”, asegura.
La cooperativa láctea cerró 2020 con un crecimiento de 20 por ciento en volumen de producción, en especial de productos frescos (flanes y yogures), gracias a que la elaboración de alimentos no paró por la pandemia. Para este año, prepara un plan de expansión estructural en algunas áreas de su planta en Freyre para incrementar su capacidad productiva.
Víctor Palpacelli, titular de la cadena Almacor y presidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac), advierte que para el consumo “2020 fue un año para el olvido”. La demanda interna mostró una caída de entre siete y nueve por ciento en los volúmenes de venta: la mayor retracción se dio en los productos que generan el mayor margen de rentabilidad.
“La recuperación en este año depende de medidas que alienten el consumo”, agrega el empresario.
Su cadena, que cuenta con 60 sucursales en Córdoba, Santiago del Estero y Catamarca, tenía para 2020 un ambicioso proyecto de ampliación bocas minoristas y radicaciones en otras zonas con incorporación de nuevos asociados. Esa estrategia le iba a permitir una expansión de 15 por ciento. “El coronavirus puso todo en el freezer y ahora hay que esperar un cambio en el escenario”, resalta.
Control de la pandemia
Isabel Martínez es socia gerente del grupo de autopartistas Fumiscor, Famma y Servicios Industriales y presidenta de la Comisión Automotriz de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra). Para ella, fue tan malo 2020 que el crecimiento durante este año “parecería posible”.
“Hay mucha incertidumbre debido a la posibilidad del rebrote de contagios del Covid-19 y a la poca precisión de la disponibilidad de la vacuna. Pero tal como lo mostró nuestro Observatorio de la Actividad Metalúrgica hay un importante crecimiento de producción y buenos programas para 2021”, indica.
Sus empresas pondrán el eje en optimizar su sistema de gestión industrial, ampliar la capacidad y disponibilidad de energía eléctrica, realizar la conexión a la red troncal de cloacas, continuar con sus proyectos de diversificación (trabaja en sistemas de construcción en módulos industrializados, similar al steel framing) y seguir apostando a los proyectos de sustitución de autopartes importadas que impulsa el Gobierno nacional en las terminales automotrices.
En esta perspectiva, Lucas Salim, CEO y fundador de Grupo Proaco, advierte dos escenarios posibles.
“Con la pandemia controlada se puede esperar un crecimiento del cinco por ciento; pero si lo que viene es un rebrote, similar al que se dio en Europa, la economía será más parecida a la de 2020”, menciona.
Para el empresario desarrollista, 2021 será un año de consolidación de sus obras en la megaurbanización Docta, sobre todo para la provisión de gas y energía eléctrica; como también de avance en Pocito y en la segunda etapa de Opera Fun en Carlos Paz.
En tanto Cecilia Mariani, CEO de la tecnológica Darwoft y vicepresidenta del Córdoba Technology Cluster (CTC), asegura que 2021 dará a toda la industria del software una oportunidad para crecer en mercados externos, ya que el mes pasado se reglamentó la Ley de la Economía del Conocimiento, lo que reduce a cero la tasa de derecho a las exportaciones y otorga un escenario de estabilidad fiscal por 10 años.
Gobierno eliminó las retenciones a la exportación de servicios de conocimiento
Darwoft exporta 40 por ciento de sus ventas y coloca en el mercado interno el resto. Según Mariani, la idea para este año es «revertir la ecuación con lo que se llama productos mínimos, que requieren en promedio tres a cuatro meses de desarrollo y que son muy demandados en Estados Unidos”.
“En este 2021 hay que proyectar más a corto plazo, mes a mes, en lugar de hacer planes a largo plazo. Es para adaptar las empresas mientras esperamos a que venga la vacuna», observa.
Fuente : La Voz