Fue tras el apoyo de diputados del ex presidente, liderados por su hijo. Renuncias en el oficialismo.
El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski indultó este domingo de Navidad al ex presidente Alberto Fujimori y confirmó así la existencia de un pacto de impunidad que había quedado flotando tras el apoyo que recibió para evitar su destitución por parte de un grupo de diputados liderados por el hijo del ex dictador, preso por crímenes de lesa humanidad.
«El Presidente de la República, en uso de las atribuciones que le confiere la Constitución Política de Perú para tales fines, ha decidido conceder el indulto humanitario al señor Alberto Fujimori», se informó desde el gobierno peruano a través de un comunicado.
El indulto y gracia presidencial por razones humanitarias se produce en respuesta a una solicitud presentada el pasado lunes 18 de diciembre por el propio Fujimori ante el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), en un paso de comedia muy previsible.
Fujimori fue revisado el pasado domingo por una junta médica oficial que lo evaluó en la base policial de la Dirección de Operaciones Especiales, donde está recluido desde 2007. Esa junta determinó que Fujimori padece de una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable y que «las condiciones carcelarias significan un grave riesgo a su vida, salud e integridad».
Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por la autoría de la matanza de 25 personas en 1991 y 1992 ejecutada por el grupo militar encubierto Colina, así como del secuestro del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer en 1992.
En lo que fue a todas luces una puesta en escena para justificar el indulto, el ex dictador fue trasladado de «urgencia» este sábado a la clínica Centenario de Pueblo Libre por una supuesta baja de presión.
Con un nivel importante de cinismo, el médico de cabecera de Fujimori, Alejandro Aguinaga, arriesgó que la baja de presión pudo estar relacionada con las declaraciones de la parlamentaria opositora Cecilia Chacón que aseguró que Kuczynski había logrado el apoyo de legisladores fujimoristas a cambio de la promesa de liberarlo, hecho que se consumó este domingo.
En lo que acaso fue el primer indicio del pacto en marcha, Fujimori solicitó el pasado lunes a la Dirección de Gracias Presidenciales que le conmutara la pena de cárcel debido a su «frágil estado de salud».
«Quiero agradecer en nombre de la familia Fujimori al presidente Pedro Pablo Kuczynski por el nombre y magnánimo gesto de brindarle el indulto humanitario a mi padre Alberto Fujimori. Estamos eternamente agradecidos con usted presidente. Dios lo ilumine», afirmó el hijo menor del ex mandatario, Kenji Fujimori, quien hace hace años viene bregando por la libertad de su padre, a diferencia de su hermana y ex candidata presidencial Keiko Fujimori, que acaso para sostener su proyecto político dejó de sostener públicamente ese reclamo.
La decisión de Kuzcynski abrió una previsible crisis política. Antes de la confirmación del indulto, abogados y familiares de víctimas de la matanza La Cantuta (uno de los crímenes por los cuales Fujimori recibió 25 años de condena) dirigieron una carta al presidente y los ministros de Justicia y de Salud, pidiendo la nulidad del procedimiento relacionado al pedido de indulto, que no fue atendida.
Fujimori padecía de cáncer en la lengua y fue sometido a varias cirugías para controlar la enfermedad, lo cual se suma a problemas de presión arterial y vasculares en los últimos años.
La decisión de Kuczynski también generó rechazos en el oficialismo, donde anunciaron su renuncia los congresistas Vicente Zeballos y Alberto de Belaunde, lo que deja al grupo oficialista con apenas 16 parlamentarios.
Existe, además, la posibilidad de que se produzcan más dimisiones y el congresista de Acción Popular, Víctor Andrés García Belaúnde, tildó de «pacto infame» el otorgamiento del indulto a cambio de la continuidad de Kuczynski en el cargo.
Acción Popular fue el más enconado partidario de la destitución de Kuczynski por acusaciones de corrupción en beneficio de la empresa brasileña Oderbrecht.
La líder del izquierdista Nuevo Perú, Verónica Mendoza, afirmó que Kuczynski «acaba de hacer una vil traición a la Patria».
Cientos de manifestantes, entre ellos familiares de las víctimas de las matanzas por las que fue condenado Fujimori, se concentraron en el corazón de Lima para denunciar que el indulto es un acto de impunidad.
En la céntrica plaza San Martín, los manifestantes levantaron carteles en los que calificaban al indulto como un «insulto» y a Kuczynski como un «traidor» y «cómplice del criminal».
Los familiares de los asesinados y desaparecidos anunciaron que recurrirán a instancias internacionales para anular el indulto y que Fujimori cumpla la totalidad de la condena a la que fue sentenciado.
Fujimori, de origen japonés y de 79 años, gobernó Perú de 1990 a 2000. En 2009 se le condenó a 25 años como autor mediato de la muerte de 25 personas a manos de un escuadrón de la muerte del ejército durante la guerra contra la guerrilla terrorista de Sendero Luminoso.
Fuente: LPO