Juan Manuel Urtubey: «Sí, claramente peligra mi proyecto presidencial»


24 octubre, 2017


El gobernador salteño, derrotado el domingo, apuesta por la unidad del PJ, pero sin Cristina Kirchner en el armado

La dura derrota en la elección marcó el fin del sueño presidencial deJuan Manuel Urtubey . Al menos por ahora. Consciente de que su proyecto nacional ya no goza de buena salud, el gobernador salteño afirma que la prioridad ahora es reconstruir el peronismo. Si no se superan las divisiones, dice, «no va a alcanzar» para evitar una eventual reelección de Mauricio Macri . En un día difícil que comenzó con la renuncia de todo su gabinete, Urtubey recibió a LA NACION en su despacho, donde, además de mostrarse autocrítico y de convocar a modernizar el justicialismo, afirmó que los comicios terminaron de derribar el mito de que el peronismo es el único que puede gobernar.

-¿Peligra su proyecto presidencial?

-Sí, claramente. Lo más importante ahora es la construcción de un espacio común. El más competitivo debe ser el candidato. Cuando no tuviste un buen resultado de inicio, sos menos competitivo que otros. Lo mío no es una competencia de vanidad, sino que hay que animarse a una construcción colectiva y moderna.

-¿A qué se refiere con modernizar el peronismo?

-Es hacer una fuerza menos verticalista y trabajar con una lógica mas democrática y republicana. También es pensar más en el futuro que en el pasado. Los peronistas tenemos la vieja mala costumbre de sacralizar el pasado y pretender que todo lo bueno ya pasó. Tenemos que ser honestos: de los 72 años de peronismo, la mitad los gobernó el justicialismo. ¿La Argentina está muy bien? No. Nos tenemos que hacer cargo de nuestra historia.

-¿El peronismo fue democrático y republicano?

-No. El peronismo nunca fue como yo digo que tiene que ser.

-¿La modernización del partido incluye aliarse con otros espacios?

-Hay momentos en los que ampliás o desaparecés. El peronismo tiene que ser mucho más amplio.

-¿A quién se debería incluir?

-Hay que correrse de los nombres propios. Los que pensamos diferente tenemos que caminar juntos y después la gente deberá elegir el candidato. Lo importante es que la sociedad advierta que hay una construcción colectiva.

-Si uno no supiera que usted es peronista, diría que es un funcionario de Cambiemos.

-Puede ser que haya una estética parecida. Pero nosotros conceptualmente tenemos diferencias con el Gobierno. Creo en la necesidad de un Estado más articulador que el diseñado por Cambiemos. Pero son diferencias que se deben discutir y llegar a puntos comunes.

-Cristina Kirchner se mostró como la oposición más fuerte al Gobierno. ¿Hay lugar para ella?

-La forma de hacer oposición de ella a mí no me contiene y no le sirve a la Argentina. Lo que hizo hasta ahora fue fortalecer al Gobierno, que ella dice enfrentar. Al final del camino ambos se necesitan. Los dos construyeron sobre la base de la grieta absurda.

-¿Qué otros peronistas ve como presidenciables?

-Falta mucho. Hay que caminar y después ver.

-Si el peronismo no se une, ¿Macri tiene garantizada la reelección?

-Creo que tenemos que trabajar en una alternativa superadora. Si no, no va a alcanzar. El Gobierno ha consolidado un posición fuerte en la sociedad rompiendo uno de los preconceptos clásicos de la política de que el único que puede gobernar es el peronismo. Nos estamos dando cuenta de que no. Y a pesar de que es malo para el peronismo, es muy bueno para la Argentina.

-¿Qué falló en su campaña?

-Fuimos víctimas de la polarización. Una elección en la que en sólo cinco provincias triunfa el PJ demuestra que hubo una ola que nos llevó puestos a todos. Yo dije hace diez días que veía que la Argentina se iba a pintar de amarillo. Y no pudimos zafar, nos llevaron puestos.

-¿Aceptará la renuncia de su gabinete?

-Voy a evaluar una por una. Es probable que algunos funcionarios dejen su área.

-¿Participará del acuerdo nacional de Macri?

-Sí. Nuestro espíritu es que haya políticas a largo plazo. Yo aposté a que a este gobierno le vaya bien y puede ser que a corto plazo me genere costos, que estoy dispuesto a pagar.

 

 

 

 

 

 

Fuente: La Nación

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