El dato de inflación de mayo que dio a conocer el INDEC el miércoles trajo cierto alivio dentro del Ministerio de Economía. A pesar de que el índice de precios al consumidor se mantiene en niveles elevados, mostró una desaceleración con respecto al mes anterior. A su vez, de acuerdo a relevamientos oficiales y privados, esa tendencia en la categoría alimentos y bebidas continuó durante las primeras dos semanas de junio. En el Palacio de Hacienda creen que pasó el efecto más duro de la sequía y buscan retomar el camino de la “estabilización”. El foco está puesto en el “orden fiscal y la acumulación de reservas”.
Economía
En el entorno de Sergio Massa aseguran que uno de los motivos que justificó la desaceleración es que se empieza a vislumbrar un menor efecto de la sequía sobre los precios. En ese sentido, destacan un quiebre de tendencia en carnes, frutas y verduras que habían justificado en gran parte los saltos que se registraron durante marzo y abril. Si bien la inflación se mantiene en niveles elevados, por el momento se disipa la idea que instalaron algunos referentes de la oposición de que en este registro se iban a alcanzar los dos dígitos mensuales.
Por el contrario, alimentos y bebidas se movieron a un ritmo del 5,8%, por debajo del nivel general. Además, un relevamiento oficial que registra los precios de los artículos que se escanean en las líneas de caja de los supermercados muestra una tendencia de desaceleración también en los primeros días de junio. Se trata de productos considerados “sensibles” por su fuerte influencia en la canasta básica.
Ese relevamiento que realiza la Secretaría de Comercio muestra un movimiento del 0,2% durante la primera semana del mes para harina, cereales y derivados, mientras que en los primeros siete días de mayo habían registrado incrementos del 1,7% en esos mismos productos. En el caso de los lácteos la desaceleración fue de 2,8% a 0,0%, en aceites y mantecas del 2,3% al 0,8%.
El quiebre en la tendencia no solo coincide con la menor influencia de los productos afectados por la sequía. También fue de la mano de la estabilidad registrada en esas semanas en los dólares paralelos. En el equipo económico lo saben: “Es necesario continuar con el ordenamiento fiscal, el sostenimiento de la actividad económica, el empleo y el cuidado de reservas internacionales mientras se supera el efecto de la sequía en el comercio exterior”, señalaron desde la Secretaría de Programación Económica que conduce Gabriel Rubinstein.
En Economía buscan ahora, con menores efectos del desastre climático, retomar la tendencia que se había registrado en noviembre y diciembre, cuando se comenzó a percibir una reducción paulatina de la inflación y de la brecha cambiaria: “Habíamos alcanzado una estabilización”, explican.
A la par del partido que se juega en la macro, la Secretaría de Comercio sigue poniendo la lupa en algunos sectores específicos de la micro, como textiles. En estos días se estarán firmando nuevos acuerdos del programa Precios Justos. También buscarán renovar los convenios con rubros como electrónica, motos y línea blanca, entre otros.
