La renuncia de Doman sacudió al Rojo.
La bomba explotó en un momento inesperado. Fabián Doman presentó la renuncia como presidente de Independiente y expandió las llamas de un club que se consume en un incendio que por ahora parece ser incontrolable. El Rojo está en una situación crítica: las deudas lo tienen al borde del colapso económico, la amenaza de la quiebra está latente, la realidad institucional es alarmante y en lo deportivo comienzan a agitarse los fantasmas del descenso.
Eran las 15.32 cuando el conductor televisivo renunció por Twitter. “El club vive tiempos difíciles. Lo peores de su historia. La crisis económica, deportiva y judicial del cub no tiene antecedentes. Ya sabemos de dónde viene. Su profundidad es tan grande que no alcanza con un solo espacio político o un grupo de voluntades”, publicó el dirigente en su red social. También expresó que el panorama con el que se encontró fue más complejo de lo que esperaba antes de su asunción: “La magnitud de la crisis era más grande de lo previsto y por sobre todas las cosas los ingresos económicos mucho menor a los que se presumía. Inclusive teniendo hoy la segunda vestimenta más vendida del país, los ingresos por marketing son ínfimos a la hora de compararlos con el pasivo de Independiente”.
Los motivos de la salida de Doman
¿Cuál fue el motivo de la salida de Doman? El directivo esgrimió sus argumentos. Y hubo un párrafo que fue contundente. “Compromisos económicos, que hicieron posible que tuviera lugar el espacio político que sacó a Moyano, no aparecieron ni aparecen, como tampoco un proyecto económico financiero acorde al club. No era mi tarea ni confeccionarlo ni prepararlo. En una Comisión Directiva los roles se diversifican. Sin embargo, mi responsabilidad como Presidente me llevó a conseguir apoyos financieros sin los cuales el club no hubiera podido pagar los sueldos de diciembre o los aguinaldos. En el plano deportivo siempre hay tres escenarios. El mejor, el regular y el malo. Se dio el tercero. ¿Responsables? Todos. Sería muy fácil endigarles la culpa de todo al plantel profesional. No lo voy a hacer. Sin embargo, entiendo que la crisis económica, es mucho más profunda y seria. No se da vuelta solo con victorias deportivas”, detalló.
Más allá de los argumentos expuestos, la realidad marca que siempre existieron divergencias en el seno de la Comisión Directiva en cuanto a cómo encarar temas fundamentales: desde la elección del entrenador hasta las estrategias para resolver cuestiones económicas. Doman, quien había cosechado el 72,3% de los 15.888 votos en las elecciones con concurrencia récord que se desarrollaron el año pasado, tomó el cargo el 6 de octubre y duró apenas 187 días. En su descargo aclaró que no apareció el proyecto económico para conseguir recursos que la dirigencia había prometido durante la campaña. Y expresó que esa responsabilidad no era suya, sino de aquellos directivos que, en la repartición de labores, quedaron a cargo de la confección del plan financiero. El vicepresidente 1°, Néstor Grindetti, tuvo mucha injerencia en esa área. El 14 de noviembre, la dirigencia presentó en conferencia de prensa un informe realizado luego de una auditoría. En ese texto revelaron cómo habían encontrado el club tras la salida de Hugo Moyano. Quien estuvo a cargo de eso fue el vicepresidente 1°, Grindetti, junto a su equipo de trabajo. En dicho documento se comunicó que la deuda es de 6.658.000.000 pesos, con un déficit mensual de $102.000.000.
Doman estaba muy angustiado ya que las deudas limitaban su margen de maniobra y condicionaban su gestión en todos los aspecto. Eran dos los montos que le generaban mucha preocupación. Independiente está inhibido como consecuencia de una deuda de 5.700.000 dólares con el América de México por el pase de Cecilio Domínguez. Además, el 22 de marzo llegó un fallo dell Tribunal Laboral Número 2 de Avellaneda, que condenó al Rojo a pagarle a Gonzalo Verón 2.332.081.796 pesos, ya que en plena pandemia el jugador se declaró libre por falta de pago.
En la campaña, compañeros de fórmula de Doman le habían prometido que iban a conseguir capitales financieros privados, sponsors importantes y que además lograrían incrementar los ingresos mediante una campaña de conscripción de socios. Ese dinero nunca apareció y el periodista tuvo que pagar el costo, ya que era la principal cara visible. En ese contexto, el presidente electo venía madurando la determinación desde hacía cuatro semanas. Gobernar un club sin dinero fue una tarea que lo llevó a sentirse sobrepasado, le produjo un perjuicio personal en lo económico y a eso se sumaron las llamadas con amenazas de muerte que empezó a recibir en los últimos días, en gran medida como consecuencia del mal presente del equipo. Según cuentan desde su entorno, su teléfono sonaba alrededor de 70 veces por día con amedrentamientos para él e incluso su familia.
Sin Doman, ¿quién se hará cargo del mando en Independiente?
Doman ya es historia. Según lo que marca el Artículo 98 del Estatuto de la institución, Grindetti deberá asumir la presidencia de forma provisoria. El hombre de 68 años concurre con poca frecuencia al club ya que tiene ocupaciones que le demandan mucho tiempo: es intendente de Lanús y está en campaña para candidatearse como gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Dentro de los próximos tres meses deberá convocarse a una Asamblea de representantes de socios para elegir al nuevo conductor que saldrá entre los miembros de la Mesa Directiva, según lo establecido por el Artículo 78. ¿Quiénes son los integrantes de ese órgano? Además de Grindetti, el vice 2°, Juan Marconi, el secretario general, Daniel Seoane, el secretario deportivo, Esteban Sáenz Rico, el administrativo, Rubén Conde, el de cultura, Federico Buceta, el de comunicaciones, Pablo Grindetti, el de relaciones públicas, Luciano Pagola, el de comercialización de imagen institucional, Martín Muscio, y Daniel Lastry, de convivencia y seguridad. El presidente saldrá de esa lista y se definirá en la Asamblea, cuya fecha aún no fue definida.
Mientras tanto, el club no tiene un técnico estable. Luego de la salida de Leandro Stillitano, quien duró apenas ocho partidos al frente del equipo, Pedro Monzón, entrenador de la Reserva, quedó como interino. Pablo Repetto estaba al caer, pero decidió bajarse cuando se enteró de la salida de Doman (ver aparte). En síntesis: no quiso meterse en una situación conflictiva.
Los hinchas explotaron luego de la derrota ante Estudiantes (1-2) el domingo pasado e insultaron a los dirigentes. Ayer aparecieron pintadas con amenazas en los portones del estadio. “El día que matemos a un dirigente van a dejar de robarnos”, se pudo leer. Y también hubo otro mensaje para el plantel: “El domingo ganen o bala para todos”. Unos 500 fanáticos fueron ayer por la tarde a la puerta de la sede para mostrar su descontento con la gestión.
Independiente está en terapia intensiva. Internas dirigenciales, promesas internas incumplidas, deudas astronómicas, un pésimo presente deportivo y amenazas anónimas llevaron a Doman a tirar la toalla. El presidente del club se sintió asfixiado y dio un paso al costado. A sus espaldas, el club se prende fuego.