Impulso anímico: Boca lo dio vuelta y venció a Independiente, con goles de Soldano y Cardona


21 diciembre, 2020


 

Enseñan los golpes, vaya si enseñan. Boca sabe que no puede bajar los brazos, ni aquí ni allá. Ni en el ámbito doméstico ni en la Libertadores.

Porque en el Cilindro perdió el duelo de ida con Racing, pero esa caída por 1-0 tiene revancha el miércoles. Y como dijo el colombiano Edwin Cardona, al cabo la figura en el Libertadores de América contra Independiente, «aún no se ha perdido nada en la Copa». Los suplentes que puso Miguel Angel Russo no le encontraban la vuelta al local, hasta que empezó a insistir, llevado de la mano de Cardona, uno de los titulares que ingresó para alumbrar el camino. Y ganó Boca 2-1 por la segunda fecha de la Zona Campeonato A de la Copa Maradona. Dio vuelta la historia. Y se la dio vuelta a Independiente, que padeció el mismo proceso una semana atrás, ante Huracán. Claro que el dolor mayor se lo había generado el jueves Lanús, sacándolo con autoridad de la Copa Sudamericana.

El resumen del partido

Si ya estaba en el ojo de la tormenta, ahora Lucas Pusineri quedó aún más acorralado contra la pared de la intemperancia. Las urgencias mandan, desde ya, en el fútbol nuestro de cada día. «Sería importante que me confirmen y no depender de un resultado, por la tranquilidad laboral. Sería un espaldarazo a lo dicho públicamente», había indicado el entrenador este domingo, antes del partido con Boca. Después de esta nueva derrota, subrayó su intención de seguir: «Tengo contrato hasta el 31 de diciembre, imagino que nos reuniremos con los dirigentes». Imagina bien el técnico. Son horas decisivas.

Independiente presentó dos variantes respecto de los once que habían empezado el jueves frente a Lanús. Lo hizo con Jonathan Menéndez y con Andrés Roa (afuera Pablo Hernández y Federico Martínez). Boca se adueñó de la pelota en aquellos primeros minutos y recién después del primer cuarto de hora emergió el local en el partido. No se habían lastimado en las áreas cuando a los 20 minutos fue profundo el local y se llenó la boca de gol: Menéndez cedió a Bustos, que le pasó por atrás a toda velocidad, sobre el callejón derecho, y llegó hasta el fondo para enviar un centro perfecto a la cabeza de Silvio Romero. 1-0. Golazo. Por la concepción y por la definición. Jugada de manual que el fondo de Boca no supo neutralizar.

El pibe Velasco, esa joya que inicia ataques con movimientos propios del Kun Agüero, merodeó el segundo del local tras un taco de Roa. A Velasco se le cruzó justo a tiempo Gastón Ávila y la pelota se fue al córner. Respondió Boca a través de un zurdazo del changuito Zeballos, que se fue apenas desviado. Y ya en el final del primer tiempo se calentó el clásico con dos penales. El primero, para Boca (mano de Lucas González) no fue cobrado por el árbitro Mauro Vigliano. El segundo (de Gastón Ávila a Velasco), sí. Pero Agustín Rossi se lo atajó a Roa, que había sido uno de los más desequilibrantes hasta ese momento junto a Velasco. El colombiano de Sabanalarga, en el comienzo de la segunda etapa, estuvo a punto de estirar la ventaja pero su remate se perdió muy cerca del poste izquierdo de Rossi. Independiente no lo definía y Boca buscaba. Se lo perdía Soldano, insistía Obando, el pibe Alan Varela intentaba iluminar cada maniobra en su debut en Primera. Con 19 años, el jugador nacido en Isidro Casanova está entre los juveniles de Boca desde 2012, cuando jugaba en la filial de Barcelona en Luján. Pero no había caso. Los suplentes de Boca no inquietaban. Con Cardona (por el Pulpo González) y Villa (por Obando), Russo pretendió modificar el tablero. Y lo logró.

Independiente no daba garantías. Le sobrevolaba como una molestia enorme la recuperación de Huracán, que le había ganado en la fecha anterior por 3 a 2 luego de haber estado 2-0 abajo. Así al equipo de Pusineri se le había cortado una racha de 13 encuentros sin derrotas (8 triunfos y 5 empates). Y justo en la antesala de ese partido Pablo Moyano había asegurado que el DT iba a seguir en su cargo el año que viene. Pasó Huracán y llegó la tormenta con la dura eliminación de la Sudamericana. Entonces a Independiente le quedó la Copa Maradona como única zanahoria a perseguir.

Boca, con su formación alternativa, tampoco tenía mucho margen tras el empate con Arsenal. Por eso apretó el acelerador. Y fue. Hasta que Franco Soldano metió su cabezazo goleador. 1-1. Fue su tercer tanto en Boca, el último lo había hecho el 2 de febrero, antes de la pandemia, frente a Atlético Tucumán. ¿Empate sellado? No. Porque a ninguno le convenía la igualdad. Y entonces apareció Cardona para darle la victoria a Boca con un estupendo derechazo. 2-1. Otro mazazo para Pusineri en particular y para Independiente en general. Un triunfo que le da impulso a Boca aquí y allá. En la Copa Maradona y, como una caricia gigante a su autoestima, de cara a la cita copera con Racing.

 

 

Fuente : La Nación

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