El reconocido modelo relató una lamentable experiencia que tuvo lugar en los primeros años de su carrera tras presentarse a un casting
Al igual que muchas otras figuras del mundo del espectáculo que en el último tiempo se animaron a hablar, Hernán Drago contó que sufrió acoso sexual en los primeros años de su carrera, tras presentarse a un casting para protagonizar una producción fotográfica en Nueva York.
«Tenía 18 años y un booker de una agencia para la cual trabajaba en aquel momento me dijo que estaba preseleccionado para un casting muy importante al que había ido hace unos días. Estaba lleno de chicos en la agencia y me querían a mí. Tenía que ir a protagonizar una campaña a Nueva York y me pagaban una fortuna, era uno de mis primeros trabajos. Había puesto mucha energía y dije ‘qué bueno que quedé acá'», relató Drago en el programa Vino para vos, conducido por Tomás Dente.
Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba: «(Ese hombre) Me dijo: ‘Esto no es tan fácil como crees, que venís a un casting, te eligen y listo. Tenés que venir a mi casa y charlar porque vos sos nuevo en esto y podés llegar muy lejos. Pero hay un precio para pagar. Tenés que pasar por mí antes».
«Le dije: ‘Bueno, si ese es el precio, no me interesa por ahora. Así que pasame los castings a los que creas que doy con el perfil. Te agradezco’. A los diez días me vuelve a llamar y me dice lo mismo, que dependía de él si yo viajaba o no», contó.
Según su testimonio, se volvió a negar sin dar mayores explicaciones y se dirigió a la agencia para retirar el book que había hecho para la mencionada campaña. Alguien de la empresa le preguntó por qué se estaba llevando las fotos y él explicó lo sucedido. Lamentablemente, en un principio no creyeron en su versión de los hechos.
«Por una cuestión de respeto no doy nombres, lo superé y no tengo sed de venganza. Lo cuento para los chicos nuevos, que sepan que pasan estas cosas. Y como moraleja, todo vuelve en la vida», aseguró.
Y en ese sentido, contó: «He desfilado y este muchacho me ha visto en la primera fila y agacha la cabeza cuando me ve. Tiene una agencia acá pero no es conocido. Cuando me lo cruzo cambia la mirada. Nunca me pidió disculpas. El mánager (de la compañía) sí, pero no por lo que aconteció sino por no haberme creído».