Con particular expectativa, los operadores económicos esperan los anuncios que el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría realizar en torno de las negociaciones por un nuevo acuerdo con la Argentina, en el marco de la habitual conferencia de prensa que la vocera del organismo, Julie Kozack, ofrecerá este jueves en Washington.
Se especula que puede haber alguna precisión respecto a los tramos finales de las negociaciones por un nuevo acuerdo.
De hecho, aún no se conoce qué tipo de acuerdo se está negociando: si un «Standby» que significaría reprogramar los compromisos existentes pero sin fondos frescos o un «Extended Fund Facility» (EFF) por un periodo más largo y con fondos frescos.
Este lunes, el presidente Javier Milei afirmó que el cepo se levantará el 1° de enero del 2026 pero acotó: (si hay desembolso del FMI) “podemos hacerlo más rápido, hay que ver como queda estructurado el programa. Como se calzan los fondos y eso determinará la salida del cepo”,
En lo inmediato, desde el Fondo son reiterados los elogios a la política aplicada por la administración oficial. Días atrás, y sin un motivo aparente, la directora gerente, Kristalina Georgieva, publicó en redes sociales “Comenzamos el año 2025 con debates impactantes, desde la configuración del futuro del FMI en Cambridge hasta una reunión productiva con el presidente Milei e intercambios dinámicos sobre cómo impulsar el crecimiento en Davos”.
“El FMI está forzado a llegar a un entendimiento con la Argentina” sostienen en fuentes allegadas a los organismos multilaterales de crédito y señalan al respecto más de una razón. Por un lado, sostienen que la decisión del gobierno argentino de llevar adelante un severo programa fiscal –más duro que el que proponía el Fondo- con resultados favorables es un valioso antecedente para las autoridades del organismo que siempre recomendaron este tipo de políticas de austeridad. “Es una validación de su principal recomendación”, explican.
Si bien Milei fue muy más allá de lo exigido por el FMI en materia fiscal, no siguió las recomendaciones tradicionales del Fondo en el terreno cambiario y monetario.
Cuestionamiento
Pero además señalan que la situación del FMI también debe ser contemplada a la luz de la visión –crítica- que la administración de Donald Trump tiene de muchos de los organismos internacionales. Cabe recordar que el presidente de los Estados Unidos comenzó su gestión retirando a su país del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
Los memoriosos recuerdan que antes de la crisis de 2008, en los círculos políticos de Washington era muy cuestionado el rol del Fondo Monetario Internacional, organismo en el que los EEUU es el principal aportante.
Tal vez en este contexto y dada la proximidad ideológica de Trump con Milei, se explique la insistencia de Georgieva por resaltar la buena relación que tiene con el presidente argentino.