Los resultados de un nuevo estudio alertan sobre la ingesta excesiva de café en personas que presenten estas características.
Expreso, americano, con espuma, cortado, capuchino, con leche, con crema, lágrima, irlandés… Cualquiera sea su fórmula, el café es la bebida más consumida en el mundo después del agua. Se incluye en cualquier menú del día, se sirve en el desayuno, se bebe también por la tarde y muchos lo toman de postre, después de la cena. Tomarse un café es, también, la excusa para compartir un momento, contar un problema, un proyecto o simplemente estar con una persona. ¿Pero qué pasa cuando quien lo bebe sufre de hipertensión severa?
Según una investigación publicada en el Journal of the American Heart Association, las personas con presión arterial alta severa que beban dos o más tazas de café al día podrían duplicar el riesgo de muerte cardíaca, aunque no sucedería lo mismo entre las personas con presión arterial alta que no se considera grave. Por el contrario, el estudio encontró que una taza de café diaria no aumentó el riesgo de muerte relacionado con enfermedades cardiovasculares.
Investigaciones anteriores indican que beber una taza de café al día puede ayudar a los sobrevivientes de un ataque cardíaco a reducir el riesgo de muerte y a prevenir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares en personas sanas. Por otro lado, estudios separados sugieren que beber café con regularidad puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer; puede ayudar a controlar el apetito; a reducir el riesgo de depresión o aumentar el estado de alerta, aunque no está claro si este efecto se debe a la cafeína o a otra cosa en el café. Demasiado café puede elevar la presión arterial y provocar ansiedad, palpitaciones cardíacas y dificultad para dormir.
“Nuestro estudio tuvo como objetivo determinar si el efecto protector conocido del café también se aplica a personas con diferentes grados de hipertensión”, explicó el autor principal del estudio, Hiroyasu Iso, director del Instituto para la Investigación de Políticas de Salud Global, en Tokio, Japón, y profesor emérito de la Universidad de Osaka. “Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que encuentra una asociación entre beber dos o más tazas de café al día y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares entre las personas con hipertensión grave”.
¿Qué parámetros se tomaron para el estudio?
La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, ocurre cuando la fuerza de la sangre que empuja contra las paredes de los vasos sanguíneos es constantemente demasiado alta, lo que hace que el corazón trabaje más para bombear sangre. Se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). Las pautas actuales de presión arterial de la Asociación Estadounidense del Corazón y el Colegio Estadounidense de Cardiología clasifican la hipertensión como una lectura de presión arterial de 130/80 mm Hg o superior.
Los criterios de presión arterial para este estudio son ligeramente diferentes de estas pautas. Los investigadores clasificaron la presión arterial en cinco categorías: óptima y normal (menos de 130/85 mm Hg); alto normal (130-139/85-89 mm Hg); hipertensión de grado 1 (140-159/90-99 mm Hg); grado 2 (160-179/100-109 mm Hg); y grado 3 (superior a 180/110 mm Hg). Las medidas de presión arterial en los grados 2 y 3 se consideraron hipertensión severa en este estudio.
Los participantes del estudio incluyeron a más de 6.570 hombres y más de 12.000 mujeres, con edades entre 40 y 79 años al comienzo de la investigación. Los participantes proporcionaron datos a través de exámenes de salud y cuestionarios autoadministrados que evaluaron el estilo de vida, la dieta y el historial médico. Durante casi 19 años de seguimiento, se documentaron 842 muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares.
El análisis de los datos de todos los participantes encontró que beber dos o más tazas de café al día se asoció con el doble de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en personas cuya presión arterial era de 160/100 mm Hg o más en comparación con aquellas que no bebían café. En tanto, beber una taza de café al día no se asoció con un mayor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en ninguna categoría de presión arterial.
“Estos hallazgos pueden respaldar la afirmación de que las personas con presión arterial alta severa deben evitar beber café en exceso”, dijo Iso. “Debido a que las personas con hipertensión severa son más susceptibles a los efectos de la cafeína, los efectos nocivos de la pueden superar sus efectos protectores y aumentar el riesgo de muerte”. Con todo, lo cierto es que la cafeína afecta a cada persona de manera diferente. Por eso, si se tiene presión arterial alta, lo mejor es informarse con un profesional de la salud si se debe limitar o dejar de tomar el cafecito.