Falta tan solo un mes para que se defina el futuro de Estados Unidos, cuando el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris se midan en las elecciones del 5 de noviembre. No obstante, las encuestas siguen reflejando un panorama muy parejo entre los candidatos.
Dentro de un mes, los candidatos competirán por ser el próximo presidente estadounidense.
Cualquiera de los dos necesita conseguir 270 votos electorales para ganar y ser proclamado presidente de la principal potencia global. Todo indica que la definición se conocerá recién a último momento, y que las tendencias pueden ir variando incluso el mismo día electoral.
Las campañas de Donald Trump y Kamala Harris
La actual vicepresidenta de 59 años intenta fomentar «una nueva generación de líderes» y espera que «Estados Unidos esté preparada para recibirlos». Aguarda que su país quiera romper con Trump eligiéndola a ella, de padre jamaicano y madre india.
El programa de Kamala Harris es de tintes centristas, combinando distintas promesas de mejoras para la clase media y defensas de disputas centrales como la del derecho al aborto, con una fuerte firmeza contra la inmigración ilegal.
Igualmente, no detalló con precisión su programa más que en el debate electoral, pero si supo responder a los ataques del multimillonario, con declaraciones que lo movieron. Le recordó su última derrota electoral en 2020 y lo calificó como «débil», entre otras frases.
Por su parte, Donald Trump continúa con las mismas posturas que lo llevaron a ser presidente en 2016, y que también aplicó en las elecciones que perdió contra Biden. Se muestra como el antisistema y el único que puede «cambiar el rumbo de su país», aunque a la vez pretende exhibirse como cercano a la gente criticando a las elites de Washington.
Apunta contra la candidata demócrata fundamentalmente cuestionando la inflación y la acusa de querer aplicar las mismas medidas «de Venezuela o de la Unión Soviética». La «lucha contra la migración legal que está destruyendo las ciudades estadounidenses» y la lucha por un país libre de «terroristas y violadores, salidos de cárceles y manicomios», son sus principales lemas de campaña.
Además, ha utilizado repetidamente la retórica que lo posiciona como sobreviviente de dos intentos de asesinato, uno en julio y otro en septiembre de 2024.
La tensión política crece día a día y los fuegos cruzados se hacen sentir de cara al próximo 5 de noviembre. Por esto mismo, los centros electorales han tenido que reestructurarse con vallas de hierro forjado y numerosos detectores de metales.