El Walkman, el tatarabuelo de Spotify que revolucionó la manera de escuchar música


2 julio, 2023


Quienes tengan 30 años o menos tal vez no sepan de qué se trata, pero el «reproductor de música estéreo portátil» cambió para siempre nuestro vínculo con la música diaria.

Me gusta escuchar música, pero no quiero molestar a los demás. Mi solución es llevar la música conmigo, pero el equipo es demasiado pesado«. La descripción de una necesidad fue la base para un invento realmente revolucionario en la segunda mitad del siglo XX. El autor de esa frase fue Masaro Ibuka, cofundador de la empresa japonesa Sony. Claro que tuvo suerte. Su frase se la dijo a la persona indicada: el otro cofundador de la empresa nipona, Akio Morita. Ambos tenían conocimientos de electrónica y con un simple consejo nació el «reproductor estéreo portátil» o, más simple: el Walkman.

 

Morita en persona (con su socio y unos empleados calificados) se puso a trabajar sobre un equipo que tenían para escuchar música y radio. Pero como era muy pesado, le quitaron el sintonizador de la radio y otros elementos. Lograron una pequeña caja, que no pesaba ni un kilo, que iba a cambiar la manera de escuchar música a nivel planetario.

Ya desde 1962, había aparecido un implemento fabuloso que le quitó el lugar (en más de un sentido) a los discos de vinilo. Se trata del casete. Una cinta magnetizada (las de mayor calidad eran de cromo) que permitían grabar hasta 1 hora de música, en dos lados de 30 minutos.

En Sony, el reproductor liberado de espacio se completó con el diseño para albergar al casete, botones para «play», rebobinar, acelerar y detener la marcha de la cinta.

Y algo fundamental, una salida para auriculares -muy livianos- con capacidad de ofrecer música estereofónica. Esa pequeña «cajita» conmocionó a los amantes de la música.

El "walkman", una revolución mundial que surgió para calmar un capricho de uno de los dueños de Sony (Foto: captura de TV).

El «walkman», una revolución mundial que surgió para calmar un capricho de uno de los dueños de Sony (Foto: captura de TV).

La historia detrás de un capricho

Morita le dio la solución óptima a su socio Iguka. Así podría caminar por las oficinas escuchando música clásica, su preferida. O para que en sus frecuentes viajes por el mundo pudiera llevar su propia selección y no dependiera de los repetidos temas que tenían los aviones.

Pero como fue pensado para satisfacer el capricho de una sola persona – aunque muy poderosa – hubo que esperar un poco hasta que vieron la posibilidad de producirlo a nivel industrial para ofrecerlo al mercado, especialmente el de los jóvenes.

Pero los propios técnicos que ayudaron a crearlo eran más que escépticos sobre ese aparato. ¿Quién se colgaría una caja de su cintura para escuchar música? (Nota: ya había habido otro proyecto que no camino, pero sobre el que será necesario volver).

1° de julio de 1979, el nacimiento del

1° de julio de 1979, el nacimiento del «Walkman». (Foto: Captura de TV)

«¿Música colgada del cinturón? No va a andar»

Por suerte para la humanidad – no es exagerar – el primero que apostó por esta idea fue quien ya lo disfrutaba. Masaro Ibuka no se consideraba un ser especial. Si él estaba deleitado por escuchar su música favorita sin interferencias o ruidos molestos, era una buena idea para lanzar al mundo.

Finalmente, el 1° de julio de 1979 el proyecto llegó al mercado con el nombre de «Walkman.” La fecha no fue casualidad. Se eligió para promocionarlo en el verano del hemisferio norte, cuando los jóvenes están vacaciones luego de estudiar. El momento para hacer lo que uno quiere, como por ejemplo, escuchar música.

Poco peso, sonido estéreo y a pilas, las llaves para el éxito. (Foto: Captura de TV)

Poco peso, sonido estéreo y a pilas, las llaves para el éxito. (Foto: Captura de TV)

Todo pensado, hasta el color

El primer equipo llevaba la denominación TPS L-2. Con un costo de US$150 dólares. No muy barato para la época, pero accesible. Su nombre que sería clásico estaba en la carcaza plástica, más que legible: «Walkman» en letras pulidas y metalizadas. ¿Por qué Walkman? Porque eso era Ibuka para su socio, un hombre que caminaba constantemente mientras pensaba.

El aparato reproductor de música tenía varias cosas muy interesantes. Pesaba muy poco, colocado en el cinturón o sobre la cintura sus comandos quedaban muy accesibles. Los auriculares livianos eran excelentes para reproducir el sonido en estéreo. Y hasta el color del primer modelo se eligió intencionalmente. Azul claro, como para indicar el lugar para transportarlo mimetizado: a un costado de la pierna, sobre el jean.

La publicidad del Walkman, salió en el verano del 79 para conquistar a los jóvenes de vacaciones. (Foto: Captura de TV)

La publicidad del Walkman, salió en el verano del 79 para conquistar a los jóvenes de vacaciones. (Foto: Captura de TV)

Un comienzo tranquilo, pero la revolución fue imparable

Los primeros meses parecieron darle la razón a los escépticos de la empresa nipona. Se vendieron 50.000 aparatos en dos meses. Pero la cifra ya no pararía de crecer exponencialmente. Para 1990, al número de ventas hubo que agregarle tres ceros más: 50.000.000

En 2010 en la década en que dejó de fabricarse – sus herederos ya habían crecido lo suficiente – se habían vendido más de 200.000.000 de Walkman.

El éxito arrasador en todo el mundo vino acompañado de cambios. La versión 2, de 1981, vendió 1,3 millones de reproductores en solo 9 meses. En realidad, ya también podía grabar y tenía un sintonizador de radio AM y FM.

Luego llegaron los de colores, más redondeados, más pequeños, más livianos y hasta unos especiales herméticos, para escuchar música en el agua sin problemas.

¿Pionero o plagio?

Pero como dijimos, es necesario volver por instante en el tiempo. En 1972 un inventor alemán radicado en Brasil creó lo que bautizó como el «stereobelt«. Su traducción literal se ajusta a lo que era. Un cinturón con el que se podía escuchar música en estéreo.

Revisando las fechas, está claro que el «stereobelt» hacía lo mismo que el Walkman, pero 7 años antes. En 1977 registró en varios países su invento. Pero tenía el mismo problema de otros antecesores del exitoso producto japonés. Era pesado y su diseño, bastante tosco. Intentó venderlo a varias compañías, pero siempre recibió un «no» como respuesta. Ese cinturón para escuchar música, no era una buena idea le decían.

El pionero. Andreas Pavel y su

El pionero. Andreas Pavel y su «Stereobelt» de 1972, patentado en 1977 y en litigio con SONY durante más de 20 años. (Foto: Captura de TV)

Cuando el Walkman pasó a ser un emperador mundial, Pavel fue por la revancha. Demandó a SONY por plagio, en todos los países en los que registro su «cinturón musical».

Iguka se enfureció por la demanda y siempre la rechazó. Hasta que en 2003, SONY llegó a un acuerdo económico con el inventor germano brasileño. Pavel pasó a ser reconocido como el inventor del «reproductor estéreo portátil». Pero no de la marca Walkman o regalías sobre las ventas del equipo nipón.

De todas maneras, el acuerdo debe haber sido excelente. Nunca se supo el monto y Pavel no necesitó nada más para vivir.

En 40 años, el Walkman revolucionó el mercado y tuvo infinidad de modelos y versiones. (Foto: Captura de TV)

En 40 años, el Walkman revolucionó el mercado y tuvo infinidad de modelos y versiones. (Foto: Captura de TV)

Los descendientes en el árbol genealógico del Walkman

En 2019, la casa matriz dejó de producir al «Walkman». Tras un reinado de 40 años. La tecnología se transforma a cada instante y el reproductor de música se adaptó a cada cambio. SONY sorprendió nuevamente con el «discman«. Un dispositivo que permitía escuchar caminando o corriendo los herederos del cassette, los Compact Disc. Los CD se escuchaban sin problemas gracias a un mecanismo que equilibraba los movimientos para evitar saltos o interrupciones.

Luego, podemos considerar como de tercera generación (¿nieto del Walkman?) al reproductor de MP3, ya no necesitaba ni cassette o disco. Un pequeño implemento podía almacenar mucha más música que sus ancestros.

Apple también sacudió nuestra costumbre de escuchar música en cualquier lugar, de manera reservada y con gran calidad. Steve Jobbs, creó el Ipod, que girando un pequeño disco se podía acceder a una cantidad enorme de posibilidades para escuchar la música previamente cargada – por ejemplo – desde una computadora.

Finalmente, en esta época, los adelantos se acumulan como numerosos tataranietos de aquel invento de 1979. El streaming es la manera «obligada» para armar «playlists» o simplemente elegir qué música escuchar o descargarse en un celular, la tele, la compu o muchos equipos más.

«Spotify» es la plataforma que podríamos marcar como el «bisnieto» que mejor interpretó la «revolución del Walkman«. Cada vez con menos peso y mucha mayor capacidad para almacenar nuestra música preferida.

Gracias a que un señor japonés, poderoso y creativo, quiso llevar sus melodías preferidas a cualquier parte y en todo momento (y desde luego, la gesta embrionaria del amigo Pavel). A24

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