En medio de la polémica surgida alrededor de las reservas de oro, el Banco Central confirmó este lunes que «completó la transferencia de parte de sus reservas de oro en sus diferentes cuentas».
El organismo buscó zanjar así las dudas que generaron estas operaciones y los distintos pedidos de acceso a la información pública que realizara el Secretario General de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo.
«El Banco Central de la República Argentina (BCRA) completó exitosamente transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas», informó la autoridad monetaria en un comunicado, en el que si bien confirmó las operaciones se limitó de dar mayores detalles.
Frente a las acusaciones de algunos sectores y los temores en el mercado acerca de que estas operaciones representaran un potencial riesgo de embargo del patrimonio del Banco Central, el organismo que preside Santiago Bausili precisó que se trataron «operaciones de rebalanceo de cuentas», similares a las que se han realizado en la última década.
«La Carta Orgánica del BCRA y la Ley 23.928 delegan la administración diaria de reservas en esta autoridad monetaria que incluyen no sólo el oro, sino también divisas y otros activos externos», resaltó la comunicación. » Desde hace más de una década, el BCRA mantiene las mismas opciones de administración para sus reservas en oro, tanto en formato físico (barras y lingotes) como en formato electrónico (cuentas en el exterior).
El organismo destacó que «estas operaciones de rebalanceo no alteran el volumen total de las reservas en oro, que se mantienen equivalentes a aproximadamente US$ 4.981 millones según lo publicado en el balance del 23 de agosto de 2024».
La polémica en torno a los envíos de oro al exterior comenzó a mediados de julio pasado cuando el kichnerista Palazzo había deslizado que el BCRA había enviado lingotes de oro desde su sede en la calle Reconquista hasta Londres, y había sumado la inquietud de que en esa ciudad, las reservas del Central podrían quedar alcanzadas por alguna orden de embargo por parte de los acreedores de la deuda argentina.
«El BCRA expresa su preocupación por la difusión irresponsable de información, con fines políticos, relacionada con estas operaciones antes de su finalización porque puso en riesgo la seguridad de los activos de todos los argentinos», apuntó el Central este lunes.
Si bien el organismo no confirmó el destino final del envío de esos lingotes, se especula que hayan ido a parar a Basilea, donde desde hace años está depositado el grueso del oro que pertenece al BCRA. Allí, tiene su sede el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) que es conocido también como el Banco Central de los bancos centrales. Depositados allí, los fondos cuentan con «inmunidad soberana» y no hay pedido de embargo que pueda afectarlos.
El organismo, que rechazó en dos oportunidades el pedido de acceso a la información pública que realizó Palazzo, destacó este lunes que, pese a la confidencialidad de las operaciones, los distintos organismo de control del Estado Nacional pueden acceder a los detalles.
«La información sobre la administración de las reservas del BCRA ha sido siempre manejada de manera confidencial en el afán de preservar su seguridad. Tanto la Auditoría General de la Nación como los entes de control pertinentes mantienen acceso a esa información bajo el mismo manto de confidencialidad», resaltó el comunicado.
A fines de julio, el Ministro de Economía Luis Caputo había buscado despejar los temores y había explicado la intención de la operatoria. “Es una movida muy positiva del Banco Central porque hoy hay oro en el banco que es como si tuvieras un inmueble adentro y no lo podés usar para nada. En cambio, si tenés ese oro afuera, le podés sacar un retorno y el país necesita maximizar los retornos de sus activos”.