Aumentos
Los motivos del aumento se explican por la devaluación del peso contra el dólar -que ronda el 2% mensual-, el costo de los biocombustibles y el comportamiento de los precios del petróleo a nivel global. Se estima que será del 3%.
En las próximas horas, además, el Gobierno debe definir si aplica y de qué manera una nueva actualización de impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) que se traslada directo al precio del litro de nafta y gasoil. Para atenuar el impacto en la inflación, desde junio, el Ejecutivo viene aplicando subas parciales en los tributos, de hasta el 2%.
Por otra parte, el consumo de combustibles cayó 8,8% interanual en octubre. Las ventas de naftas y gasoil de mayor calidad disminuyeron casi 20% en ese periodo, según datos de la Secretaría de Energía. Sin embargo, en la medición intermensual, el sector creció 7,57% en todo el país.
Qué pasó con el precio de los combustibles durante noviembre
El 1 de noviembre, la petrolera YPF aplicó un alza del 2,75% en los combustibles que venden en sus estaciones de servicio. La suba compensó de forma parcial los efectos de devaluación del peso en octubre y la actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC).
Aunque se esperaba que el aumento fuera cercano al 4%, finalmente no se trasladó el impacto del precio del barril de petróleo crudo internacional a surtidores, ya que en la última semana de octubre el valor se estabilizó y cotizó a US$71.