Desaparecen dos carteras y reemplazan a seis ministros


3 noviembre, 2017


No hubo definiciones ni confirmaciones oficiales, pero el proyecto de reforma del gabinete contempla una reducción de gastos. Urtubey descartó despidos.

El gobernador Juan Manuel Urtubey tiene previsto anunciar -mañana, si llega- los cambios de ministros en el gabinete. Aunque no hubo corroboración oficial, es seguro que de las doce carteras actuales, quedarán diez, y el Ministerio de Infraestructura será absorbido por el de Hacienda. También se da por cierto que el exministro de Hacienda y exdiputado nacional Fernando Yarade asumirá como jefe de Gabinete en reemplazo de Carlos Parodi.

En principio, conservarían su cargo los ministros de Educación, Ciencia y Tecnología, Analía Berruezo; el de Salud Pública, Roque Mascarello; el de Seguridad, Carlos Oliver, y el de Primera Infancia, Carlos Abeleira.

El actual ministro de Gobierno, Juan Pablo Rodríguez, asumirá nuevas funciones. Como posible reemplazante aparece el exdiputado y senador nacional Marcelo López Arias, con quien Urtubey conversó largamente en estos días acerca del nuevo escenario que se plantea a la provincia y al peronismo.

Etapa de armado

El gobernador dedicó su jornada de ayer a avanzar en la conformación de este nuevo equipo, con el que deberá navegar los últimos dos años de su gobernación a través de mares que se presentan tormentosos.

Se ha modificado el escenario. No solo la derrota local aparece como el detonante de este replanteo ministerial. Cuando Urtubey advirtió que «el país se está pintando de amarillo» destacaba una tendencia electoral y un cambio drástico de políticas. Es decir, lo que el presidente Mauricio Macri planteó el lunes. En el Centro Cultural Kirchner estuvieron presentes Urtubey y Yarade.

El gobernador salteño fue inequívoco: «Todos tenemos que contribuir a la reducción del déficit fiscal porque es de sentido común: cuando no tenés forma de financiarlo, no podés gastar más de lo que tenés».

La primera reforma concreta a nivel provincial será la de la ley de ministerios, con una reducción del 20% de ministros, secretarios y subsecretarios.

Urtubey sabe que el Gobierno nacional propone reducir el déficit eliminando gastos y aumentar el empleo reduciendo impuestos. Es decir, gastar menos y recaudar menos, pero sin que la gente sufra lo que se llama «el ajuste».

Por lo pronto, ya anticipó que no habrá despidos de personal del Estado y descartó problemas de financiamiento.

La proyección nacional

El triunfo del macrismo en todo el país resultó arrasador para el peronismo. Salvo algunos kirchneristas atrincherados, el mensaje de las urnas fue drástico: el mecanismo de incentivar el consumo y crear falsas sensaciones de poder adquisitivo se agotó. «El peronismo, para sobrevivir, debe convertirse en interlocutor responsable y creíble, dejando de lado la vocación desestabilizadora que practicó en las últimas tres décadas», opinan cerca de Urtubey.

Sus interlocutores aseguran que lo que dice en público «es lo que piensa» y, agregan, «no se siente macrista, sino que busca diferenciarse de un modelo anclado en otras realidades, del pasado».

Con ese espíritu, explican, quiere participar activamente de las negociaciones de los gobernadores sobre cambios urticantes: reformas tributaria, previsional y laboral, y disciplina fiscal. Un equilibrio fino, amenazado por las malas experiencias de los experimentos del pasado: la convertibilidad y el «vamos por todo». Ambos, con el sello del PJ.

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