El velorio del expresidente será en el Ministerio de Cultura hasta el sábado.
Los restos del expresidente peruano Alberto Fujimori, fallecido el miércoles en Lima, ingresaron este jueves a una sala del Ministerio de Cultura, donde será velado hasta el sábado con honores de Estado. Unas 200 personas lo recibieron junto al primer ministro, Gustavo Adrianzén.
El vehículo en el que fue transportado el ataúd partió de su domicilio en el distrito de San Borja, en la capital peruana, hasta la sede del ministerio, acompañada por seguidores y una escolta policial y de agentes de seguridad del Estado. A su ingreso al ministerio, fue saludado por una guardia de honor.
Su hija mayor, Keiko, de 49 años, y el menor, Kenji, de 44, que en los últimos años mantuvieron una dura disputa política, siguieron al féretro, tomados de la mano.
La presidenta Dina Boluarte se mostró dentro de la sala junto al féretro y abrazó a ambos hermanos. La mandataria, que posee un nivel de rechazo que supera el 80%, según las encuestas, ya sobrevivió a siete intentos de destitución gracias a la protección de una coalición política en el Parlamento, incluido el partido fujimorista.
Keiko Fujimori dijo que su padre será velado hasta el sábado, cuando será sepultado en un cementerio privado de Lima.
Los homenajes a Alberto Fujimori
En las afueras del Ministerio de Cultura sus seguidores exclamaban “en costa, sierra y selva el Chino está presente”. Cuando su ataúd pasó cerca, cargado por ocho hombres vestidos de negro, le arrojaron pétalos blancos. Algunos gritaban “el mejor presidente del Perú” y otros corrían con coronas fúnebres de empresarios, legisladores y alcaldes.
Las sirenas de los patrulleros sonaban, mientras los soldados gritaban “presente”. Durante la madrugada el gobierno de Perú declaró tres días de duelo nacional, dispuso que se realice un funeral de Estado y ordenó izar a media asta la bandera en los establecimientos públicos.
Fujimori fue un controvertido presidente, odiado y amado por los peruanos. En 2009, fue condenado a 25 años de cárcel por violaciones a los derechos humanos y corrupción, aunque salió en libertad por un polémico indulto a fines de 2023.
Transparencia Internacional calculó en 2004 que en su gobierno se malversaron 600 millones de dólares y lo colocó entre los diez presidentes más corruptos del mundo.
Fujimori, de 86 años, padecía un cáncer en la lengua que se replicó en los pulmones tras ser operado en julio de una fractura en la cadera. Había estado inconsciente desde el martes por los efectos de su tratamiento.
En diciembre, el expresidente abandonó la cárcel luego de que el Tribunal Constitucional restituyó un indulto por sus malas condiciones de salud otorgado en 2017 por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) y el gobierno de Boluarte cumplió con la excarcelación. Salió 10 años antes del fin de su condena a 25 años.