Cristina Kirchner volvió a ubicarse en el centro de la escena. Lo hizo en una carta de 33 páginas en donde recorre todos los temas económicos, políticos (¡y hasta de seguridad!) de la Argentina. Es la primera dirigente de peso que hace un desarrollo completo con sus críticas al gobierno de Javier Milei y sus primeras medidas. Hasta ahora hubo declaraciones cortas de algunos líderes -Massa, Máximo, Carrió, Larreta- pero nunca un documento global. La carta, además, se da en medio de rumores que le atribuyen a Cristina presuntos elogios hacia la forma de conducción del Presidente.
Cristina Kirchner se expresó por primera vez sobre el gobierno de Javier Milei. Datos históricos, críticas a la gestión del Frente de Todos y la elaboración de un programa alternativo.
La carta se estructura en cuatro partes. La primera desmiente que la causa de la inflación sea el déficit y la emisión monetaria. «Nosotros sostenemos que la inflación en Argentina se dispara ante la escasez de dólares. A 40 años de haber recuperado la democracia, Argentina se encuentra atravesando su tercera crisis de deuda», plantea.
En la segunda, hace una enumeración de esas tres crisis de deuda. La primera con el Proceso de Reorganización Nacional, la segunda con el menemismo (que concluyó con la crisis de 2001) y la tercera con el macrismo y que continúa hasta nuestros días.
En ese tramo, también desliza críticas a su propio gobierno del Frente de Todos: «Sería intelectualmente deshonesto no mencionar el incumplimiento del contrato electoral por parte del gobierno del Frente de Todos que, como dijimos, no pudo o no supo desatar el nudo gordiano del endeudamiento».
Luego sí se metió de lleno con Milei y su Gobierno. «El nuevo Presidente se declara libertario, anarco capitalista, enemigo del Estado, seguidor de la escuela económica austríaca -corriente de pensamiento que no aplica en ninguna parte del mundo».
«El nuevo Presidente que a pesar de haber sostenido como caballito de batalla que con los ‘mismos de siempre’ no se podían obtener resultados distintos, produjo, ni bien fue electo, un insólito reciclaje de personajes», señala. Caputo y Sturzenegger son los emblemas de esto.
«Hasta el momento, el nuevo gobierno solo ha desplegado un feroz programa de ajuste que actúa como un verdadero plan de desestabilización y que no solo retroalimenta el espiral inflacionario», planteó.
Y pronosticó un escenario trágico: «Provocará irremediablemente el aumento de la desocupación y la desesperación social en una suerte de caos planificado. Es más que evidente que en la cabeza del Presidente el único plan de estabilización es el de la dolarización. No se explican las medidas adoptadas en otro marco teórico», sentenció.
En la última etapa de la carta, elabora hace un diagnóstico político y marca otra advertencia para Milei y los libertarios:
- «La legitimidad de origen que da el voto popular no debe hacerle perder de vista al actual mandatario la legitimidad de ejercicio en la gestión de gobierno».
- «Reciclar funcionarios fracasados para reeditar políticas fracasadas solo puede conducir a malos resultados».
- «Cabe recordar que otras fuerzas políticas, en distintas etapas, que obtuvieron fuerza propia que los insuflaron de aires fundacionales, no pudieron terminar sus mandatos».
Cristina concluye describiendo lo que para ella deberían ser las líneas centrales del Gobierno en materia económica, de empleo, pobreza, inseguridad y de trabajo político en el Congreso: «Ese sistema de acuerdo parlamentario no puede tener una lógica de mercado persa o de toma y daca indigno por cargos, recursos y vaya a saber qué otra cosa».
Cristina vuelve a la cancha. Ya había dicho que no iba a dejar la política. Y se vuelve a poner en el centro, como jefa de la oposición. Con nula autocrítica, la expresidenta profetiza qué es lo que puede pasar. Si los peores pronósticos se dan, nadie podrá decir que ella no avisó./A24