Lo exigen Ctera, UDA y sindicatos bonaerenses; Trotta defiende la presencialidad; Kreplak advirtió que podrían restringir, aunque por el momento el gobierno de Kicillof prioriza sostener las aperturas
Los sindicatos docentes ya dejaron en claro su postura a favor de retomar la virtualidad en los distritos del país que están en riesgo alto por el alza en los contagios. La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) lo pidió a nivel nacional, mientras que los gremios del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) lo plantearon, con distintas intensidades, en una reunión que tuvieron este lunes con el gobierno de Axel Kicillof.
“Ante el aumento de la circulación comunitaria del virus y de las nuevas cepas, la Ctera solicita al Ministerio de Educación de la Nación y a los ministerios provinciales educativos la suspensión temporal de la presencialidad en aquellas localidades, departamentos o distritos donde el aumento de casos ha sido exponencial en los últimos 14 días”, pidió la confederación docente liderada por Sonia Alesso.
El sindicato docente enrolado en la CTA reclamó, “en esos lugares de alto riesgo, volver temporalmente a las actividades a distancia hasta que estén dadas las condiciones óptimas de resguardo sanitario”.
También la Unión de Docentes Argentinos (UDA), que integra la CGT, pidió frenar las clases presenciales en los distritos que registran un aumento exponencial de casos. “Solo en aquellos distritos, departamentos o ejidos urbanos [en los] que la realidad epidemiológica lo imponga hay que implementar la virtualidad con la provisión por parte de los gobiernos de las herramientas digitales imprescindibles. Hay que focalizar y advertir el lugar del problema”, planteó en un comunicado el gremio que conduce Sergio Romero.
El pedido sindical choca con la postura que defiende el ministro de Educación, Nicolás Trotta, y en la que por ahora se encolumna el gobierno bonaerense, de mantener abiertas las escuelas con el argumento de que los contagios no se producen en los establecimientos educativos sino en otros ámbitos. “En las escuelas, como en aquellos lugares donde se logra cumplir con los protocolos, hay bajo riesgo de contagio, y lo demuestra la evidencia”, dijo este lunes Trotta, quien advirtió: “No se van a cerrar las escuelas”.
El gobierno bonaerense, por su parte, también pretende sostener el esquema de presencialidad. “Priorizamos la presencialidad, pero para sostenerla se tienen que cumplir las medidas que mitigan la propagación del virus a nivel de la comunidad. Las actividades fuera del ámbito escolar sin protocolos son el problema”, advirtió una fuente de trato diario con Kicillof.
El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, aseveró que se podría retroceder. “En el sistema de fases también está contemplada la posibilidad de reducir la presencialidad, porque tenemos un sistema mixto, con presencialidad y con virtualidad”, dijo Kreplak a radio La Red.
La diputada Fernanda Vallejos se mostró en línea con los pedidos gremiales y con la chance de cerrar que no descartó Kreplak. “Ante el avance de contagios y saturación del sistema, clases virtuales”, escribió en Twitter como primera medida de una serie de propuestas.
La posición mayoritaria de los gremios bonaerenses es que se suspendan las clases presenciales en los distritos de mayor riesgo. Con ese mensaje concurrieron a la reunión con la directora general de Cultura y Educación, Agustina Vila, y con Kreplak.
En esa lista de riesgo están los municipios del conurbano, además de La Plata y Olavarría, entre otros. La postura de volver a la virtualidad temporalmente se impone en el Suteba, la FEB y en Sadop.
El gremio Udocba, liderado por Miguel Díaz, ya dejó fijada una postura de restricción en toda la provincia. “Creemos que no hay más tiempo. Hay que empezar con clases virtuales”, señaló Díaz a LA NACION. “Se dicen cosas como que los chicos se contagian fuera de las escuelas. No sabemos quiénes se contagian, la cantidad de burbujas cerradas. Solo contamos con la información de nuestros delegados, que nos dicen que más del 35% de los docentes y el 32% de los pibes se contagió, y que el 27% de las escuelas están cerradas”, completó.
En uno de los gremios provinciales, ante la consulta de LA NACION, recordaron que en el decreto Nº 178/2021, que firmó Kicillof para oficializar las últimas restricciones, se habilita la posibilidad de la suspensión temporaria de clases.
El Suteba ya activó paros en distritos en los que lo conduce la oposición a Roberto Baradel, como Ensenada, donde se desarrolla una huelga por 96 horas.
Anoche, Trotta apeló a Twitter para despejar dudas sobre la posición de la Casa Rosada. “Las restricciones a la presencialidad deberán estar en sintonía con las dispuestas en otros ámbitos: en los distritos que adopten medidas que profundicen las restricciones de circulación por presentar una mayor complejidad sanitaria, la escuela NO [sic] deberá ser el punto de partida”, escribió, para completar: “Si las gobernadoras y los gobernadores consideran que la situación epidemiológica lo requiere y lo indican los especialistas, cada jurisdicción podrá limitar aún más la asistencia a las aulas sin que ello implique la suspensión de la presencialidad”.